Este blog es un derivado de mi primer blog, Mis manualidades, donde pongo fotos de mis manualidades (qué original), recetas y relatos sobre mi vida. Quizás, tal como las personas que comienzan con las operaciones plásticas y luego que empiezan a hacerle arreglitos a la naturaleza, no pueden parar de hacerse mejoras y terminan como caricaturas a sí mismas, me haya vuelto adicta a los blogs y ahora no pueda dejar de abrir uno tras otro ya que en realidad es el cuarto que abro.
Este blog será dedicado solamente a relatar sobre mi vida que es como la de todos, o casi. Mucho de lo que escriba aquí ya lo publique en mi otro blog y ahora lo trasladé.

Tengo el pelo gris pero puse una foto donde estoy con el pelo verde, lo hice así por dos cosas, una porque creo que así quedo cuando tengo que enfrentarme a los aparatejos modernos (léase: todo lo que se ha inventado luego de la rueda), me sacan canas verdes; y otra porque me gusta como queda y si pudiera me lo teñiría así.
Abajo del todo hay una ventanita donde pueden dejarme saludos, también pueden dejarme comentarios o saludos debajo de cada post (cliqueando donde dice Comentarios).

En el costado, más abajo de mi foto, está el archivo ordenado por temas, cliqueando ahí pueden ver los posts que publiqué antes, o pueden cliquear abajo del todo (antes de la ventanita de los mensajes) donde dice Entradas antiguas.


viernes, 3 de diciembre de 2010

Entrenamiento.

Ayer empuñé un arma contra el frío, es decir le puse puños a un overol que hace
varios días tenía empezado. Y ya mismo ayer se lo puso Fransson cuando salimos a
caminar.

Creo que voy a terminar muy bien entrenada luego de este invierno. No me refiero
solamente a las caminatas diarias sino al ejercicio que es el vestir a Fransson:
protector de zonas íntimas, calzoncillos largos, overol, correa, vestirme yo:
atarme las botas, ponerme campera, bufanda, gorra y guantes. Después sacarnos
todo ese montón de ropa. Eso lo hago unas cuatro o cinco veces por día.

Caminamos solamente una media hora (más no puede Fransson por el frío) pero caminamos rapidito, casi corriendo, cosa de gastar la mayor cantidad de energías en el menor tiempo posible. Los problemas son dos, el que tiene exceso de energías es Fransson y no yo.

Para eso trato de que él corra más que yo, vamos al bosque, lo suelto, él corre, luego lo llamo para que vuelva corriendo a mí, le doy su premio, corre de nuevo, lo vuelvo a llamar, y de esa manera por el mismo tramo del camino, él corre como diez veces más que yo.

Como le gustan mucho los premios a veces corre, para y pega la vuelta antes que yo tenga tiempo de llamarlo, llega a mí esperando el premio que no le doy porque no vino cumpliendo mi orden, y yo no lo premio para que tome iniciativas propias sino para que cumpla mis órdenes.

El otro problema, que seguramente sea lo que más desarrolle los músculos de mis piernas está en las botas, son pesadísimas! creo que cada paso que doy es muy bien ejercicio.

Todavía no las pesé, estoy entre hacerlo y no. Si las peso corro el riesgo de después ante cada paso pensar: pesan medio kilo o dos kilos o lo que sea que pesen y se me haga más pesado caminar pensando en el peso que llevo abajo (sí, con las botas el peso no se lleva arriba sino abajo).

Pero en algún momento tengo que sacarme la curiosidad, y quizás tenga suerte y no pesen la tonelada que siento que pesan.