No pensé que Fransson fuera a adaptarse tan rápido, pero por suerte por ahora todo bien, me hace caso y todo, quizás porque no le doy las órdenes con mi voz de abuela (debería probarlo con mi nieta).
Su raza, y pura raza!, es chinese crested, o como le dicen aquí perros desnudos. Es muy fino, de pedriguee, me lo dieron con su árbol genealógico y lista de premios internacionales de sus padres, abuelos y bisabuelos. Tan fino es, mucho más fino que yo, que estoy pensando que él debería dormir en la cama y yo en la cucha.
Para mi suerte, pobrecito, le faltan tres dientes y por tanto no pueden venderlo al precio que tendría si no le faltaran esos dientes. No se lo puede llevar a exposiciones ni se lo puede usar para reproducirse, de ahí su precio y que yo pudiera comprarlo.

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