Este blog es un derivado de mi primer blog, Mis manualidades, donde pongo fotos de mis manualidades (qué original), recetas y relatos sobre mi vida. Quizás, tal como las personas que comienzan con las operaciones plásticas y luego que empiezan a hacerle arreglitos a la naturaleza, no pueden parar de hacerse mejoras y terminan como caricaturas a sí mismas, me haya vuelto adicta a los blogs y ahora no pueda dejar de abrir uno tras otro ya que en realidad es el cuarto que abro.
Este blog será dedicado solamente a relatar sobre mi vida que es como la de todos, o casi. Mucho de lo que escriba aquí ya lo publique en mi otro blog y ahora lo trasladé.

Tengo el pelo gris pero puse una foto donde estoy con el pelo verde, lo hice así por dos cosas, una porque creo que así quedo cuando tengo que enfrentarme a los aparatejos modernos (léase: todo lo que se ha inventado luego de la rueda), me sacan canas verdes; y otra porque me gusta como queda y si pudiera me lo teñiría así.
Abajo del todo hay una ventanita donde pueden dejarme saludos, también pueden dejarme comentarios o saludos debajo de cada post (cliqueando donde dice Comentarios).

En el costado, más abajo de mi foto, está el archivo ordenado por temas, cliqueando ahí pueden ver los posts que publiqué antes, o pueden cliquear abajo del todo (antes de la ventanita de los mensajes) donde dice Entradas antiguas.


jueves, 10 de diciembre de 2009

Empecé curso de yoga

Bueno, al fin pude ir a una clase de yoga!!! Con una seguidilla de enfermedades que tuve estos últimos tiempos me perdí dos cursos en los que estuve anotada pero ayer tuve clase privada. Primero una hora y tres cuartos hablando sobre mi vida y enfermedades. La profesora quería ver con cuales chakras tendría que trabajar (atención!! dije chakras y no chacras)

La conclusión final es que tengo problemas con todas las chakras, que si fueran chacras sin duda que la única solución habría sido una reforma agraria muy drástica. Pero no, el problema estaba en las chakras y como no podía trabajar con todas ya, eligió solamente algunas, las que le parecieron más importante para estabilizarme.

Volví a casa con tres ejercicios para hacer, aparte de algunos ejercicios respiratorios y unos mantras para repetir. Primero tendré que aprenderlos de memoria, uno es largo, casi como una frase en chino o griego, seguramente sea en hindú, veo que me llevará tiempo aprenderlo.

Hay que cantarlos, dijo que podía cantarlos en el tono o nota que quisiera. Menos mal porque soy sorda musicalmente. Estoy segura que me lo dijo porque tenía que cantarlos con ella y no le debo haber pegado ni a una sola nota, suerte que no es eso lo importante, si no estaba sonada, me quedaría sin yoga por falta de musicalidad.

Los ejercicios son simples, muuuy simples, tuvo en cuenta mi vértigo, así que por esta vez me salvé de quedar hecha un nudo. Luego de estabilizada podré ir al curso común y aprender más ejercicios. Aparte de desanudada también volví conforme a casa.

martes, 8 de diciembre de 2009

Cuando suenan las alarmas

Hoy no tengo mucho que contar. Ayer fue el primer lunes del mes, y como todos los primeros lunes de cada mes, a las tres de la tarde empiezan a sonar todas las sirenas de alarma, gran bochinche que se escucha por todos lados.

Menudo susto nos llevamos la primera vez que las escuchamos y sin saber casi sueco como para preguntar qué pasaba, pero luego unos amigos latinos que desde hacía un tiempo vivían aquí nos contaron que era.

Está bien que cada mes prueben que funcionan como deben. Se trata de esperar que si pasa algo no pase un primer lunes de un mes a las tres de la tarde, porque entonces independientemente del día y la hora que sea, varios pensemos: es lunes hoy? o: ya (o recién) son las tres? o nadie le hará caso, lo que significaría, según la alarma que sea: inmediatamente prender la radio a escuchar qué hay que hacer o ir para un refugio.

Algo así paso una vez cuando trabajaba en el laboratorio de fotos de Kodak. Nos llamaron a reunión urgente de personal, nos preguntamos qué habría pasado. Una vez todos reunidos, la jefa muy seria (o enojada) nos informó que los bomberos decían que cuando suena la alarma de incendios hay que salir para afuera, sin pánico pero salir!

No entendíamos a qué venía eso pero la jefa explicó que los bomberos quisieron hacer un simulacro para ver si todos sabían qué hacer y para donde ir. Hicieron sonar la alarma de incendio y se quedaron esperando a ver cómo salíamos todos, no salió nadie del laboratorio!!!

Ni cuenta nos dimos que había sonado la alarma de incendios. En el laboratorio era muy común que sonaran distintas alarmas, cuando una máquina se paraba sonaba una alarma. Ya estábamos tan acostumbrados a escucharlas que nadie reaccionó ante la alarma de incendio.

Vino bien como para saber que tenían que cambiarle el sonido, que no sonara como otras alarmas. Al poco tiempo hicieron otro simulacro, pero esa vez avisaron antes qué día y a qué horas lo harían.

Bueno, no tenía nada para contar pero igual conté algo.

lunes, 7 de diciembre de 2009

En la oscuridad II

La oscuridad da para mucho, me refiero a que da para hablar mucho, no sean mal pensadas. Una cosa que me gusta de la oscuridad invernal es que con lamparitas y velas se puede crear un ambiente muy acogedor.

Recuerdo la primera vez que vinieron mis padres de visita, miraron la casa y luego me preguntaron si aquí también tenemos apagones seguido. Les dije que no, muy rara vez hay apagones. Me preguntaron y entonces por qué tenía tantas velas por toda la casa.

Pero una vez tuvimos uno cuando volvía para casa de la clase de aikido de mis hijos. Pasamos por un supermercado y entré a comprar algunas cosas. Ahí me encontré con una vecina que me preguntó si yo también había ido a comprar comida que no necesite cocinarse.

Le dije que volvíamos de la clase de aikido y me aconsejó comprar comida fría, me contó que varias manzanas, incluída la de nuestras casas, estaban sin electricidad. Cambié lo que tenía en el canasto y fui a casa pensando donde tenía fósforos o un encendedor.

Llegando a nuestra zona no se veía absolutamente nada! Por suerte en la puerta del edificio estaba una vecina repartiendo velas prendidas para que quienes llegáramos tuviéramos como entrar a la casa sin tropezar con todo y además encontrar como prender más velas.

Mis hijos se quedaron afuera junto con los demás niños del barrio y también algunos vecinos, todos fascinados por esa oscuridad total que normalmente sólo se puede ver en el campo.
Cuando un par de horas después volvió la luz, se escuchó un aaaaaah! de desilusión en todo el barrio.

domingo, 6 de diciembre de 2009

En la oscuridad

Sigo hablando de la oscuridad invernal. Es verdad que en otros países es posible darse cuenta de que hora es, más o menos, simplemente por la luz que hay o por donde está el sol. Es una de las cosas que se extrañan los primeros años aquí, la única manera de saber la hora es mirando un reloj!

Y eso es algo que todavía lamento en las mañanas, cuando me despierto abro los ojos, no noto ninguna diferencia, sigue tan oscuro como cuando estaban cerrados. No sé si será mitad de noche o será hora de levantarme, la única manera de darme cuenta es mirando el reloj y para verlo necesito prender una luz. Ahora tengo un reloj despertador que tiene un botoncito que al apretarse ilumina al reloj, o sea que no es luz fuerte pero es luz y puede alcanzar para desvelarme.

Otra cosa que puede pasarme todavía, si seré lenta para adaptarme!, es que salgo, voy caminando en la oscuridad unas horas después de la puesta del sol, escucho niños jugando afuera y pienso como los dejan estar afuera tan tarde pero después me doy cuenta que tan tarde no es, pueden ser las cinco o las seis de la tarde, una hora normal para que los niños jueguen afuera.

Los overolles y camperas de invierno de los niños traen ya tiritas de una tela especial, quedan como líneas fosforescentes en la ropa. En los abrigos de adultos solamente vienen en algunos, a cambio se usan unos colgantes que se sujetan a la ropa con un hilito y un alfiler, preferiblemente un colgante en cada bolsillo.

Son importantes porque si no quienes manejan no pueden ver si una persona va cruzando la calle, claro que en el centro de la ciudad puede haber suficientes luces, ahí no harían falta, pero en donde vivo yo sí.

Aquí ven uno de esos colgantes:

Éste es simple, un redondel amarillo aunque imposible sacar la foto y se vea el amarillo, refleja la luz como debe hacer y por eso parece un redondel de luz. Hay otros más lindos, de plástico que parece un diamante y con distintas formas, generalmente de animalitos.
Bueno, ya pueden hacerse una idea de como andamos en esta época, parecemos arbolitos de navidad ambulantes.

A los perros se les puede poner unos chalecos de abrigo que traen también tiras de tela fosforescente. Y tanto para perros como para gatos hay collares fosforescente o unos con unas lucecitas que se prenden y apagan. Ya saben, si vienen por aquí en invierno y ven una luz moviéndose entre los árboles, no es una luz mala, puede ser un gato que dejaron salir un rato afuera.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Los días se acortan

Como se acortan los días! No es que tengan menos horas, aunque pueda parecerlo, sino que los días se acortan y las noches se alargan, pero siempre manteniendo las 24 horas.

Ayer por ejemplo el sol salió a las 8.19 y se puso a las 14.55. Antes de ayer había salido a las 8.17 y puesto a las 14.56. Sí, sí, no es mucho, si hice bien las cuentas de un día al otro se acortó solamente tres minutos, pero se nota! No de antes de ayer a ayer, sino que de semana a semana se nota la diferencia.

No vayan a creer que sé todo eso porque no pudiendo hacer otra cosa me pase mirando por la ventana, cronómetro en mano. No, no fue así, si bien sigo con algo de vértigo y no es mucho lo que puedo hacer, no me paso mirando por la ventana, cronómetro en mano, no soy la feliz poseedora de un cronómetro!

Esos datos los saqué del diario, vienen en la misma página donde está el pronóstico del tiempo y el horóscopo, que viene a ser como el pronóstico personal de cada uno. O sea que ya saben, tomando en cuenta de que página saqué los datos, no confíen mucho en ellos, capaz que también son un pronóstico al que aciertan tanto o tan poco como al del tiempo o al horóscopo.

Si se preguntan por qué les paso esos datos conciente de que pueden erróneos, pues vuelvan unos renglones más arriba, donde dije que no es mucho lo que puedo hacer, y a ver si prestan más atención a lo que escribo, cuantas veces tengo que repetir que no puedo hacer casi nada y ya saben como es, cuando una se aburre se dedica a cualquier cosa.

Otra pregunta que me hicieron pero que no tiene nada que ver con este tema que venía tratando, y difícil que lo tuviera ya que me la hicieron ayer, es que se sabe del vecino. Bueno, no mucho.

Creo que está invernando ya. En estas últimas semanas lo ví un par de veces nada más. Es lo que pasa con los flirts o romances de verano, rara vez sobreviven el invierno, aunque éste fue duro y siguió por parte del otoño.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Dobles en mi barrio

Me pregunto si todos tenemos un doble, o ahora se dirá un clon? Si fuera así creo que viven todos en mi barrio. Ya les conté hace tiempo del vecino de una amiga que vive cerca de casa, la primera vez que lo ví camino al supermercado pensé que era alguien a quien siempre veía en el comedor de Kodak cuando trabajaba en ese laboratorio, lo saludé como se saluda a un ex compañero de trabajo, luego mi amiga, asombrada de ver con que confianza lo saludaba me preguntó de donde lo conocía, para luego asegurarme que ese hombre nunca había trabajado en Kodak, pero era igualito!

Otra vez, en una de mis caminatas, ví a una ex vecina del barrio donde vivía antes de mudarme al apartamento donde vivo ahora. Me llamó la atención verla por aquí pero me alegró y ya iba dispuesta a charlar con ella cuando al estar casi al lado me dí cuenta que no era ella. Pero era igualita!

Mi ex vecina tiene un cuerpo y una manera de caminar muy especial, aunque ahora veo que tan especial y única no es, su doble tiene ese cuerpo y manera de caminar también. Aparte del mismo estilo de vestirse y el peinado. La he visto más veces y siempre que la veo pienso que es mi ex vecina.

Otro doble que veo es de Majo, del blog Enredada en la vida . No conozco a Majo personalmente, pero en su blog tiene una foto suya, o habrá hecho trampa y puso foto ajena, la de una mujer que vive en mi barrio, o eso creo, la veo a veces en el supermercado.

Cada vez que la veo creo que es Majo, a veces, distraída, al verla pienso "Ahí viene Majo", después me doy cuenta que difícil que Majo venga a mi barrio a hacer las compras ya que ella vive en España.

Entonces tengo que concentrarme y paso al lado de esa mujer diciéndome: No saludar, no es Majo, no saludar, no es Majo. No sea que empiece a saludarla como a una amiga y luego esa mujer quede tan desconcertada como seguramente quedó el hombre que pensé que había trabajado en Kodak, preguntándose quien soy y de donde la conoceré.

martes, 24 de noviembre de 2009

Siguiendo consejos médicos

Seguir consejos médicos no es siempre tan fácil! Me habían mandado tomar mucha agua sospechando que tenía gripe, luego sospechando que tenía cistitis me aconsejaron nuevamente tomar mucha agua con limón.

Sumé los dos consejos y ya podrán imaginarse como quedé. Ayer llamé a la clínica, me dieron hora con el médico y me dijeron que debía dejar una prueba y que por lo menos por cuatro horas antes no fuera al baño!!! Y con toda el agua que me habían mandaron tomar, que hago???

Las primeras horas no fueron tan difíciles, después ví que mejor no caminar mucho, estar sentada era preferible. Me senté a mirar la tele, me dí cuenta que era mejor mirar programas aburridos, reirse no era aconsejable. Ni que hablar de la importancia de evitar estornudar, toser, levantar pesos, y entrando a la última hora hasta de respirar hondo.

Estuve pensando si eso de no ir al baño podría reducirse al lugar físico, por ejemplo no ir al baño pero por qué no visitar un arbolito de los tantos que hay afuera.

Y en eso me llamó una de mis vecinas, tenía un pedacito de vidrio en el pie y no se lo podía sacar sola, tampoco quería tener que ir a la clínica, me pidió que se lo sacara yo.

No pude sacarlo, lo tenía desde las siete de la mañana y ya había caminado mucho en las cinco horas que habían pasado, el vidrio se había ido para adentro y no había de qué agarrarlo para sacarlo. No le quedó otra que ir a la clínica.

Y yo con tantas paradas y sentadas y demás, pues no llegué a las cuatro horas!! suerte que tenía un frasquito preparado. Cuando lo entregué aclaré que fueron solamente tres horas y media, dijeron que no importaba! Resultado, hay infección.

El médico escribió receta de antibióticos pero quedamos en que por unos días más sigo combatiendo con agua y limón, él dice que puede irse sola la infección, pero si se pone peor, entonces empiezo con los antibioticos. Le comenté de la gripe rara y suave que tuve y que no creía que pudiera ser realmente una gripe, me dijo que sí puede ser la porcina y que a veces se presenta así, muy livianita. Claro que livianita en cuanto a síntomas, porque me cansó mucho.

Y bueno, seguiré descansando, mis manos que cuando empecé con vértigo estaban tan impacientes por hacer algo, ahora no quieren saber de nada de trabajar, ayer cuando fui a exprimir un limón protestaron, dijeron que por qué otra vez ellas, si ya habían exprimido el limón anterior. Las dejo descansar un poco más pero ya les dije que tengo que terminar un chal, las voy preparando.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Lista de prioridades

Este post lo escribí hoy en la tarde, pensaba después corregirlo y publicarlo mañana, pero me dió la gripe y seguro que mañana quiera estar acostada todo el día, así que lo publico hoy y ya aviso que por unos días no creo que vaya a publicar nada.

Lista de prioridades:
Creo que uno de los problemas que solemos enfrentar es que no sabemos prioritar, cosa muy necesaria hoy en día para que el estrés no domine nuestras vidas. Como sé que la mayoría de ustedes están muy ocupadas y no pueden sentarse a escribir listas de prioridades, y yo estoy aquí sin poder hacer manualidades, pues se me ocurrió darles una mano. Aquí va una lista de prioridades:
-Lo más importante es siempre tener en cuenta que lo primero va primero.
-Lo segundo va segundo.
-Lo tercero va tercero.
-Lo cuarto va cuarto.
-Lo quinto va quinto aunque en ciertas ocasiones especiales puede ponerse en cuarto lugar e incluso en el tercero, pero en esos casos no hay que olvidar que entonces lo cuarto pasa a al quinto lugar, y si lo quinto se pusiera tercero, entonces lo tercero pasa a ser lo cuarto y lo cuarto lo quinto.
-Lo sexto va sexto.
-Lo séptimo va séptimo.
-Lo octavo va octavo.
-Lo noveno puede ir noveno y si fuera necesario, en caso de que lo décimo se presente con ciertos aires de urgencia, puede ir décimo y lo décimo, noveno, que no es lo mismo que décimonoveno.

No parece nada complicado, verdad? pero no se confíen, todo es más complicado de lo que parece. En este caso de las prioridades la complicación reside en que las cosas en la vida no vienen numeradas pero de todos modos hay que intentar ver los números que no traen.

No es fácil, pero si quieren evitar el estrés maligno, tendrán que hacerlo. Quizás a alguien le pase que crea ver un 1 cuando en realidad se trata de un 7, o vea un 3 en un 8, o un 5 cuando debió haber visto un 6. Si eso pasa, no preocuparse, un ida al oculista puede solucionarle el problema.

Espero les sea de ayuda esta lista de prioridades y puedan aplicarlas en sus vidas. por favor no me pregunten cómo, yo puedo dar recetas, pero no puedo ir a la casa de cada una a cocinar.

Meditando

Hace unos días recordé un ejercicio de meditación o relajamiento que me enseñaron hace unos años, nunca lo había hecho pero ahora buscando qué hacer para no aburrirme, decidí probarlo. También recordé un CD con música relajante que compré hace mucho.

Puse el CD. me senté cómoda en el sofá, cerré los ojos y me transporté a una playa o playita porque era bien chiquita. A un costado cesped y un árbol, en el centro arena finitita, en el otro costado piedras y rocas. Me senté en la arena a contemplar el atardecer.

La arena estaba fría. Decidí pensarme en una casita, la hice con una terraza que daba a la arena de la playa, a pocos metros del agua. En la terraza un sillón muy cómodo donde pude sentarme envuelta en una manta a contemplar el apacible atardecer.

El mar, como acostumbra estar a esas horas, parecía un espejo. Unas olitas enjugaban la arena y se retiraban, más que de ver olas me daba la sensación que el mar se hamacaba. Miraba correr el agua susurrante entre las piedras, era todo lo que se escuchaba.

En el cielo apareció un pájaro, seguramente una gaviota, volando. Llegó a la orilla, caminaba calma, cada pocos pasos bajaba la cabeza y picoteaba, no sé si algo que ya estaba ahí de antes o algo que traía el agua.

Al ratito apareció otra gaviota, también caminaba buscando comida, se fueron acercando una a la otra, de pronto las dos picotearon en lo mismo, comenzaron a tironear, agitaban fenéticas las alas, ninguna soltaba su presa.

Un niño pequeño con un baldecito y una palita en la mano se les acercó, quería pegarles en la cabeza con la pala. Las gaviotas huyeron volando y haciendo bochinche muy enojadas. En el aire continuaron la pelea.

Un perro llegó corriendo y saltando hasta donde estaba el niño. El pequeño quiso pegarle al perro con su pala, el perro lo empujó y el niño cayó sentado en el agua. Comenzó a llorar.

La mamá fue apurada a levantarlo. Detrás de la mamá apareció otro niño, y otro y otro, tres niños siguieron a la mamá. Correteaban empujándose uno a otro, llegaron al agua, pateaban salpicándose mutuamente, reían y gritaban al ser mojados con el agua que sin dudas estaba muy fría.

La mamá llamó a su marido que apareció evidentemente molesto por ser interrumpido o por lo que fuera, claro está que estaba molesto por algo. Comenzó una discusión, la mamá le reclamaba ayuda, que si no atendía a los niños que por lo menos cuidara al perro.

En eso se metieron los abuelos (de los niños supongo que serían), a ver qué pasaba. La pareja joven les dijo que nada, que fueran a sentarse tranquilos, pero los abuelos insistían en que habían escuchado gritos y querían saber que pasaba.

No pude escuchar como siguió la discusión porque un grupo de jóvenes llegó a la playa y venían con música a todo volúmen! El perro les ladraba, la mamá llamaba a los gritos a todos los niños, el padre llamaba, gritando más fuerte, al perro que seguía ladrando, los niños continuaban riendo, salpicándose y gritando, dos comenzaron a pelearse, ya sabemos que esos juegos acostumbran terminar en peleas. Otra familia, dispuesta a jugar con una pelota, llegó hasta la playa.

HELADOS!!! HELADEROOOOOO!!! se escuchó una voz de hombre que se acercaba tras el árbol. A LOS CHURROS!!! CHURROS CALENTITOOOOOS! respondía otro hombre que venía hacia la playa balanceando sobre las rocas.

Un gato que parece que venía con la casa, saltó de la baranda de la terraza hacia la playa, fue para donde ahora estaban las gaviotas peleándose, al verlo lo atacaron, el gato maulló pero no se retiró.

Mis ojos ardían, de qué? ah, claro, un hombre estaba prendiendo un grill y el viento traía el humo hacia la terraza. Ya es demasiado!! decido irme para adentro. Cierro los ojos bien fuerte y trato de imaginarme el interior de la cabaña.

Es muy acogedor, hay una estufa a leña prendida, al lado un sillón muy cómodo, como el que había en la terraza, y otra manta bien calentita. Me siento junto a la estufa, me envuelvo en la manta mirando hinoptizada las llamas, veo que chispean pero no escucho más que el bochinche de afuera.

Se acaba el CD con música relajante, abro los ojos, no siento serenidad ni harmonía, por el contrario siento mucha irritación, vendría fallado el CD?

sábado, 14 de noviembre de 2009

Sigo fantaseando

Sigo fantaseando, no puedo hacer otras cosas, y como decía hace unos días quedé preocupada, en una vivienda muy grande pero sin poder pagar todas las cuentas con mi jubilacioncita. No queriendo volver a complicarme encontrándome con otro hombre perfecto que después resultara no ser tan perfecto, parece que ni en las fantasías existen los seres perfectos, pues decidí resolver mis problemas de otra manera.

Había estado pensando en encontrarme con un hombre sin familia y sin amigos, pero como ya dije, enseguida pensé que por algo no tendría amigos, me pareció sospechoso. Decidí entonces heredar una gran suma de dinero, que no me quedó claro cuanto era, pero suficiente como para poder seguir viviendo en una casa grandota.

Compré una hermosa mansión, varios cuartos, uno de manualidades con estantes en las paredes, unos para poner las cajas con los materiales y otros para exponer mis trabajos. También una mesa donde poner la máquina de coser y hacer collares y otra mesa alta donde poder cortas las telas y trabajar parada sin doblar la cabeza.

Un cuarto para la compu, precioso, parece una oficina casi, con un sofá y todo, más estantes donde poner carpetas con papeles, con tantas cuentas a pagar mejor tener los papeles en orden.

Un cuarto para mi nieta y uno o dos cuartos de huéspedes, que actualmente rara vez tengo huéspedes pero seguro que luego de recibir tanta plata de la herencia aparecerán unos cuantos, o puedo inventarme algunos que es mejor que los que surguen cuando de pronto se recibe mucha plata.

Tengo una terraza con paredes de vidrio, aunque de a ratos un par de paredes son mitad de madera y mitad de vidrio. Un jardín donde esconder entre las plantas algunos de mis trabajos, como ser las botellas y piedras pintadas y otros trabajos que haré especialmente para el jardín.

Como no pude decidirme en que estilo decorar, voy a tener diferentes estilos en los distintos cuartos. Un cuarto estilo africano, uno estilo oriental, uno donde casi todo sea blanco, menos las plantas que serán verdes y habrá muchas en ese cuarto, y así por toda la casa. Pasar de un cuarto al otro será pasar de un mundo a otro.

Ni que hablar que la casa es de dos pisos, tengo una linda escalera por la que bajar atrayendo las miradas de todos los invitados a las fiestas que haré, hasta estuve practicando un poco como bajar con estilo por esa escalera.

Ya ven, parecería que encontré la solución perfecta, pero pocas cosas son como aparentan, sobre todo si se las dan de perfectas. Luego de esconder adornos entre las plantas del jardín y pintar piedras, me dí cuenta que hacía falta cortar el cesped! Mantener un jardín da trabajo y a veces es un trabajo pesado. Por eso me pasé urgente al invierno, cubrí el jardín de nieve, que luego tuve que sacar con pala haciendo caminitos, nuevamente un trabajo pesado!

Y ni que hablar lo que es limpiar una casa tan grande!! Dirán que con toda la plata que heredé podría pagar una limpiadora y un jardinero, pero no es tan sencillo.

Llevo ya muchos años viviendo en este país, he ido absorviendo muchas costumbres y maneras de ver las cosas, y aquí es muy mal visto eso de tener limpiadoras, cada uno debe limpiar lo que ensucia. Ahora parecería que en algunos medios se está haciendo más aceptable contratar a quien ayude en la limpieza, pero es algo muy nuevo y cuesta adaptarse.

Para peor en la última, primera y única, fiesta que hice, iba bajando la escalera con gracia y elegancia, tal como lo había practicado cuando me tropecé, creo que me enredé en el vestido largo exclusivo o se enganchó un zapato en la falda y ni porrazo que me dí! quedé llena de machucones y se corrió una media. Yo quería atraer todas las miradas, pero no de esa manera.

No sé, creo que tendré que vender la casa y comprar un apartamento más grande del que vivo ahora pero más chico que la casa, es decir un apartamento donde pueda tener mi cuarto de manualidades pero no se me complique el tema limpieza y sobre todo que no tenga escaleras. Tendrá que tener un balcón o más bien una terraza bien grande donde pueda poner todos los adornos que hice para el jardín.

No habiendo encontrado al hombre perfecto, ahora busco la vivienda perfecta, aunque parece que tampoco existen ni siquiera en fantasía. Creo que seguiré unos consejos que me dieron y compraré un número de lotería, por algún lado tengo que tener suerte.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Fantaseando

Puedo ser infantil y no solamente cuando estoy jugando con mi nieta, en otras ocasiones también me puede brotar el infantilismo. Y a veces puedo ser adolescentil, sí, podría competir con cualquier adolescente, aunque no todos en los planos, ya lo sé, no necesito que me lo recuerden.

En estos días en que llevo más de dos semanas sin poder hacer otra cosa que escuchar CD.s, mi fantasía, viendo que mi cabeza no tiene tanto en qué pensar, se avivó y ocupa más y más espacio.

Así es que ayer estuve fantaseando una fantasía muy de adolescente. Me imaginé encontrándome no con un príncipe azul pero sí con un hombre perfecto que es casi lo mismo pero sin entrar a discrimar por colores ni clase social.

Primero ese hombre perfecto venía a vivir conmigo, tan fulminante fue nuestro amor. Pero mi apartamento es muy chico así que decidí que mejor era mudarnos a algo más grande, con dos dormitorios, de esa manera podría tener un cuarto para mis manualidades.

Claro que también pensé, soy muy justa, que él podría necesitar un cuarto para sus cosas o hobbies, así nuestro hogar pasó a tener otro cuarto más. Y luego tomando en cuenta a mi nieta, agregué otro más. Para eso tuve que darle a mi nuevo amor un buen trabajo con muy buen sueldo.

Todo marchaba a las mil maravillas, estuve pensando como pintaría y decoraría el nuevo hogar, casi sin problemas porque teníamos gustos muy similares y donde no los teníamos pudimos llegar a un compromiso muy rápidamente.

Pero la convivencia no es nada fácil, ni siquiera en la fantasía. Al tiempo las hijas, que en un principio me habían aceptado tan bien, empezaron a venir a casa muy perfumadas, sabiendo que me da alergia. También sus amigos venían muy perfumados y además fumaban adentro de la casa, cuando habíamos acordado que a fumar, afuera.

Él no les decía nada, ni a las hijas ni a los amigos, y yo me sentía cada vez peor, por las alergias, el asma y el ver que él no me apoyaba. Ahí decidí volver para atrás en la fantasía para hacer algunos arreglitos, como ser un acuerdo de que si decidíamos separarnos, él se iría de la casa y yo me quedaba con todo.

De esa manera viendo que la cosa no podía seguir así, yo sintiéndome cada vez peor, pude decirle que se fuera. Y ahí quedé yo con esa vivienda tan grande, sin saber como me las voy a arreglar para pagar todas las cuentas fantasiosas que implica una casa tan grande, mi jubilacioncita no es suficiente. Como decía, no es nada fácil esto de la convivencia! Supongo que ahora entenderán por qué vivo sola.

Para la próxima fantasía tendré que ver de encontrarme con un hombre sin familia y sin amigos, aunque seguro que surga algún otro problema, ya mismo me estoy preguntado por qué no tiene amigos. Creo que lo mejor de todo sería si pudiera volver a mis manualidades!

sábado, 7 de noviembre de 2009

Vértigo

Hasta el año pasado al escuchar la palabra vértigo pensaba en dos cosas, la famosa película de Alfred Hitchcock con ese título, o me imaginaba lo que podría sentir al estar parada al borde de un precipicio o en el borde del techo de un edificio de 30 pisos. En otras palabras no me preocupaba, nadie iba a obligarme a mirar esa película y en mi barrio no hay ni precipicios ni edificios de 30 pisos.

El año pasado un amigo me contó que no podía estar junto a su compu porque tenía vértigo, quedé desconcertada y me preguntaba qué imagen tendrá él en su monitor. Fue algo nuevo para mí. Supuse que ahora también le llamaban vértigo a otra cosa, hay tantas palabras y denominaciones nuevas. O algunas enfermedades no existían antes, cuando todavía vivía en Uruguay, país de habla española (o algo parecido al español), o simplemente no existían en mi mundo de adolescente.

Tenía 19 años cuando me fui de casa y no recuerdo que hubiera tantas enfermedades como hay ahora, creo que en general a esa edad se tiene poco contacto con enfermedades. Por eso las conozco más con su nombre en sueco, fue en Suecia que empezaron a entrar en mi mundo. O simplemente antes las llamaban de otra manera y mi idioma uruguayo no se desarrolló, hablo uruguayo antiguo.

Como sea, vértigo para mí era otra cosa que la que me contó mi amigo. Pero ahora entendí por qué se llama así, parece que necesitaba sentirlo en sangre propia para entenderlo. Alcanza con mirar para abajo, no hace falta un precipicio ni un edificio de 30 pisos, también desde mi corta altura (1 metro 56) puedo marearme, sentir vértigo, al mirar para abajo, como si el piso de pronto quedara muchísimo más lejos de lo que acostumbra.

Tuve que pasar muchos días intentando no mirar para abajo, y ya saben como es cuando se intenta evitar algo, se hace lo contrario, algo me llamaba desde el piso. Más de una vez pensé en la necesidad de usar orejeras, o se llaman ojeras? eso que les ponen a los caballos para que no miren para los costados, yo necesitaría algo así pero que me impida mirar para abajo.

Si no fuera porque no podía sentarme a coser porque requiere mirar para abajo, me las habría hecho yo misma. Pero quizás mejor que no pude, la de golpes y tropezones que me habría dado.

domingo, 25 de octubre de 2009

Anoche cambiamos de horario

Creo que ya sé en que voy a ocupar el día hoy, en controlar relojes, hoy en día casi no hay aparatejo que no traiga reloj incluído. Anoche cambiamos el horario. Algunos relojes cambié, o les cambié la hora, antes de acostarme, sin importarme que el cambio se hace a las tres de la mañana, o a las dos según se mire la hora antes o después de hacer el cambio.

Por suerte algunos aparatejos son inteligentes y saben cambiarse solos la hora. Hoy tengo que fijarme cuales son, es decir cuales se cambian solos y cuales se descansan en mí. Es una lección que aprendí hace unos años.

Me había comprado un video nuevo, sí, estoy hablando de la prehistoria! No fue tan dificil instalarlo, bueno sí, un poco pero lo conseguí. La dificultad grande vino un tiempo después cuando llegó el momento de cambiar la hora.

En el video viejo había sido tarea muy sencilla pero en este aparato nuevo no encontraba donde hacer cambios en su relojito. Tuve que buscar el libro de instrucciones de uso que cada vez vienen más grandes, antes ni siquiera eran libros de instrucciones sino folletito, una o dos páginas alcanzaban para todas las instrucciones. Ahora ya no solamente son libros sino que cada vez vienen más gordos.

Y bien pasé ratos buscando en ese libraco donde decía como cambiar la hora. Finalmente lo encontré, no era nada sencillo y yo no dejaba de preguntarme como habían complicado algo que debía ser simple. Luego de batallar un buen rato conseguí cambiar la hora y pude irme a dormir tranquila sabiendo que tenía ya todos los relojes en la hora nueva.

Al levantarme al día siguiente entendí por qué me había costado tanto encontrar las instrucciones y luego cambiar la hora, es que se cambiaba sola!!!! no habría necesitado hacer nada! Nuevamente libro de instrucciones en mano tuve que cambiar otra vez la hora ya que había que correrla solamente una hora pero entre mi cambio y el que hizo el video solito, la cambiamos dos horas.

El viernes previo a Pascuas aquí lo llaman Långfredag, traduciría como Viernes Largo, y sí antes era realmente un viernes muy largo, con 24 horas como todos los viernes y demás días pero se sentía como si fuera muuuuucho más largo. Era un día en que todo lo que podría verse como divertido estaba prohibido, sí, ya sé, ya sé, era un día de reflexión.

Hasta hace algunos años ese día cerraban en casi todos lados, la radio y la tele pasaban programas aburridos, se hacía difícil hacer pasar el día rápido, era realmente largo.

Casi como el día de hoy que no sé por qué no lo llaman Domingo Largo. Si bien no cierran en todos lados y la radio y la tele pasa la misma programación de todos los domingos, se hace un día muuuy largo, y lo es, bueno quizás no taaaanto más largo que los demás días pero tiene una hora más y a veces una hora no es nada y pasa volando, otras veces, como en este domingo largo, pasa arrastrándose lentamente.

Hace unos días conté que me venía preparando para este día, había empezado a despertarme una hora más hora, pero no sé, noto que hay algo en el aire, en el ambiente cansino de este día, no creo que me haya ayudado mucho la preparación, los minutos pasarán muy lentamente para mí también.

No creo que ayude el hecho de que hoy hay elecciones en Uruguay, esperando el resultado creo que los minutos se harán eternos y me alargarán todavía más el día. Por suerte soy mujer precavida y así como se me estuve preparando para el cambio de horario, también me preparé para la espera del resultado, me dejé crecer las uñas, así me alcanzan para todas las horas que pasaré escuchando alguna radio uruguaya por internet.

jueves, 22 de octubre de 2009

Cambio de horario

Se acerca el cambio de horario, pasaremos al horario de invierno y por tanto vamos a atrasar una hora, eso es el último domingo de octubre (antes de entrar a la Unión Europea era en setiembre).

Mi cuerpo empezó la adaptación, estos días estoy despertándome una hora más tarde de lo que acostumbraba. Claro que ahora me parece que me pierdo una hora en la mañana, pero haciendo así cuando llegue el momento de atrasar una hora yo ya estaré adelantada una hora y por tanto podré despertarme a la hora que acostumbraba despertarme antes de comenzar la adaptación y que es una hora más tarde en la realidad pero en el reloj es la misma de antes aunque ahora sea una hora después, genial, verdad?
....................................................................................
................................Dejé una pausita para que se desmareen.

Es una gran contra este cambio de horario para quienes trabajan de noche, pobres, debe de ser una pesadilla a pesar de que no están durmiendo sino trabajando. El cambio de horario se hace a mitad de noche, a las tres de la mañana se pasa la aguja para atrás y se pone a las dos.

Dicen quienes trabajan en las noches que la hora que va de las dos a las tres de la mañana es la peor, la más pesada y que parece interminable. En la noche del domingo será todavía más pesada, será doble! como para no parecer interminable, si cuando se termina, empieza de nuevo.

Y para peor no la pagan, es decir la pagan como una sola hora a pesar de que en realidad fueron dos. Para eso es mucho mejor el cambio de horario de la primavera, entonces se adelante el reloj. La peor hora ni siquiera existe, se la saltean y como si eso no alcanzara, a pesar de que no se la trabaja, la pagan!
Claro que hay muchas horas que no se trabajan e igual las pagan, pero esta hora ni siquiera se está en el lugar de trabajo, esa hora es inexistente.

Yo trabajé una vez de noche, me alcanzó como experiencia.
Era la noche de Pascuas, yo trabajaba en horario de día en un geriátrico. La que debía trabajar en la noche de Pascuas se enfermó y no encontraron quien cubriera su horario, me preguntaron a mí, con lo que demostraron que sin duda estaban desesperados y no tenían a nadie.

Más que nada por curiosidad de ver como es trabajar de noche, acepté. Siendo Pascuas fui provista de cantidad de golosinas, galletitas, un termo de café y varias revistas. Había diez ancianos a quienes atender.

Todo lo que pasó en esa noche fue que una anciana a la medianoche me pidió un vaso de agua. Y cuando llegaron las dos de la mañana se hicieron las tres de golpe. Esa hora que no existió no solamente me la pagaron sino que me la pagaron doble por estar trabajando horas extras (estaba fuera de mi horario de trabajo) y con bonus por ser Pascuas.

Pasé la noche comiendo golosinas, galletitas, tomando café, leyendo revistas y tratando de no escuchar todos los ruiditos que oía, pisos de madera que crujían y demás sonidos típicos de las noches y las películas de terror. Como decía, como experiencia me alcanzó a pesar de que me pagaron bien.

viernes, 16 de octubre de 2009

Mirando la tele con el vecino

Bueno, no se puede ganar siempre, cuando juego con mi nieta me toca perder casi todas las veces, del partido de antes de ayer mejor ni hablar, aunque Graciela tiene razón en su comentario de ayer, en algunos países, como Argentina y Uruguay y algunos más, si no se habla de fútbol de vez en cuando nos miran raro, así que aunque piense que mejor ni hablar, hablo. No veo por qué no siguen mi ejemplo, que después de todo para algo me paso perdiendo cuando juego con mi nieta, para dar el ejemplo, podrían habernos dejado ganar.

Me queda el consuelo de que por lo menos con el vecino voy ganando. Ayer cuando iba a salir hacia el supermercado me llamó a darme los buenos días, cuando le dije que justo estaba por salir a hacer las compras, me dijo que pasara por su casa así íbamos juntos, y fuimos.

En la tardecita, o ya nochecita, me llamó de nuevo a preguntarme qué estaba haciendo, dije que estaba casi adormecida mirando la tele, me dijo que él también, que podía ir a su casa a mirar con él y fuí.

Ahora espero estar escribiendo en español porque mi pobre cabeza tiene una mezcla de idiomas que ya no sé lo que digo, bueno eso suelo hacer pero ahora tampoco sé en qué idioma lo digo.

En casa estaba mirando la tele donde los programas eran en sueco o en inglés con texto en sueco, leo el texto porque del inglés hablado entiendo muy poco. Él estaba mirando la televisión iraní, hablaban en persa con texto en inglés! por suerte de inglés escrito entiendo un poco más y estaba en inglés fácil, así que más o menos pude seguir el programa que daban. De todos modos fue una gran mezcla de idiomas y encima casi a la hora en que mi cabeza empieza a preparse para dormir.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Cercanía poco práctica

Ayer me levanté pensando en llamar a mi vecino para invitarlo a salir a caminar, cuando miré para afuera ví cuanto llovía, postergué mis planes. Luego dejó de llover y salió el sol.

Temprano en la tarde llamé a mi vecino, no estaba! dejé mensaje en su contestador automático. Me llamó en la tardecita, recién volvía a su casa, ya no era hora como para salir a caminar, así que me dijo que vendría y a los poquitos minutos estaba en casa.

Nuevamente estaba yo vestida muuuuuy cómoda, demasiado, apenas llamó me empecé a cambiar de ropa pero no había terminado y ya estaba tocando timbre! Sin dudas es una gran desventaja que viva tan cerquita.

Me puse una pollera (falda) larga, de esas que tienen un viso (tela o falda extra) cortito debajo, apurada por ir a abrir la puerta bajé bien la pollera (no de la cintura sino el resto que cubre las piernas). Luego, cuando ya él estaba adentro, me dí cuenta que no había llegado a acomodar el viso y estaba como un chorizo en la cintura!

Intenté acomodarlo disimuladamente pero medio difícil poder bajarlo teniéndolo a él delante mío y por tanto sin poder subir la falda (podía ser mal interpretada). Definitivamente es una contra que viva a un par de minutos de mi apartamento. Tendré que pensar mejor cual ropa ponerme la próxima vez que me vaya a cambiar a las apuradas.

martes, 13 de octubre de 2009

En la farmacia.

Ayer fui a la farmacia en otro barrio. En la que acostumbro ir tienen algunas cosas a la vista pero muchas hay que pedirlas.

En la farmacia que fui en ese otro barrio tienen todo lo que se vende sin receta a la vista, parece un supermercado pero sin comida. Encontré el antialérgico que necesitaba pero ví que tenían cajitas de 10 tabletas y yo quería de las que tienen 28.

Pregunté a la que estaba en la caja, se fijó en la computadora y me dijo que tenían de 28, que me fijara de nuevo, me fijé de nuevo, y no, solamente había de 10 tabletas. Me dijo que me fijara entre las cajitas, que podían estar entreveradas, me fijé y toditas las cajas decían que eran de 10.

Decidí ir a la farmacia de mi barrio donde siempre tienen cajas con 28 tabletas, pero cuando iba a salir la de la caja me dijo que la computadora decía que había de 28, que ella iría a buscarlas, supuse que iría al depósito.

Fue hasta el estante donde yo ya había buscado, le dije que había mirado todas las cajas y todas eran de 10. Agarró la primer cajita que aparecía en el estante, me la dió y me dijo: ésta es de 28. Yo miré la cajita y ví 10, pero me fijé mejor, ahora teniendo la cajita más cerca de mis ojos y pude comprobar que al lado del 10 decía miligramos! Y más arriba con cifras y letras más pequeñas decía: 28 tabletas.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Durmiendo y con mi vecino, dos relatos distintos.

Pasé descomputada casi todo el día ayer, no fue mucho lo que hice aparte de escuchar, sí, escuchar porque cuando viene mi nieta o mi hijo a dormir no sé qué pasa, si esta casa normalmente tan silenciosa se pone bochinchera, o se me agudiza el oído.

Todo, todo, todito suena! no es solamente que el reloj de la cocina suena tan fuerte que lo escuche desde el living y pienso si se escuchará también en el dormitorio, o la heladera que le dan unos ataques de no sé qué y de pronto empieza a temblar y hacer ruidos, hasta la ropa suena y cuanto!

Ni que hablar de las páginas del diario. Las puertas necesitan aceitarse. No sé como no terminé con dolor de cabeza con tanto ruido. Para peor a mi tortugo le tocaba comer una comida que no le gustaba, otra vez, pobre! Después de hacer barro en su piscina-bebedero empezó a caminar por el terrario como loco, se golpeaba su caparazón contra las piedras, la madera de las paredes, su casita, andaba a los golpes contra todo y como suena! Eso sí se lo escucha aún cuando nadie esté durmiendo, imaginensé como habrá sido ayer, tuve que darle unas hojitas de hibisco para que se calmara, las comió y se tiró a dormir al calorcito de la lámpara.

Yo me dediqué al crochet, no porque una aguja suene menos que dos que chocan entre sí sino porque quise hacerle una bufanda a mi nieta, el jueves vienen y les daré las bufandas a mis nueras, tengo que darle algo a ella también.

En la tardecita llamó mi vecino a preguntarme qué estaba haciendo, le dije que tejiendo y le pregunté que estaba haciendo él, me dijo que nada y estaba aburrido. Le pregunté que acostumbraba hacer y me dijo que llamar al vecino a tomar un café y charlar pero ahora la vecina estaba ocupada tejiendo. Le dije que podía venir a tomar un café y charlar mientras yo tejía.

Al ratito vino y me trajo una cajita de bombones. Pude comprobar que tenemos algo en común, casi que somos el uno para el otro, antes de venir volvió a llamarme porque no encontraba mi apartamento, se había perdido en las escaleras! No sé si recordarán cuando les conté que yo me perdí con unos ascensores.

Pero no crean que es tan sencillo andar por las escaleras o ascensores por aquí. Vamos a ver, el edificio en que vivimos es como todas las cosas: relativo! sí, todo es relativo. Si lo miramos por el frente es de cuatro piso, si lo miramos por el fondo es de cinco, está construído en un desnivel.

El vive en la otra punta, en la entrada 5, esa entrada es más simple, tiene solamente un ascensor y una escalera. Vive abajo del todo, en ese piso que mirando el edificio por el frente no se ve.

Para venir a mi entrada, la 7 B, puede venir, y vino, por abajo, sale de su apartamento, camina por un corredor largo, pasa frente a una escalera y un ascensor, sigue caminando hasta llegar a otra escalera y otro ascensor donde termina el corredor. En ese ascensor se subió.

Una vez en el segundo piso, bajó del ascensor pero no encontró mi nombre en ninguna puerta. Fue ahí que me llamó, es que en la entrada 7, después de entrar el pasillo se divide en dos corredores, uno que lleva a una escalera y un ascensor, lo que viene a ser el 7 A, que también se comunica con la parte del edificio de la entrada 5, y el otro pasillo lleva a otra escalera y otro ascensor que lleva para la parte del 7B donde vivo yo.

Como habrán entendido, si es que entendieron algo y no andan ustedes también perdidas por las escaleras y ascensores de mi edificio, él tomó el ascensor que lleva a la parte del 7A, donde yo no vivo. Una vez aclarado el asunto, vino a la escalera que correspondía y llegó a mi casa donde tomamos café y charlamos un buen rato.

Cuando se fue, luego de cerrar la puerta pasé frente al espejo del hall, me miré y sentí gran admiración por mi vecino, se ve que es un hombre muy valiente, al llegar y verme no salió corriendo asustado!

Yo estaba, además de despeinada y sin maquillar, vestida con un equipo de gimnasia que a veces me pongo de entre casa, muy amplio, muy viejito y muy cómodo, de esos que cuelgan por todas partes y atrás parece que se llevara una bolsa colgando. Bueno, le habrá quedado bien claro que mis intenciones no eran seducirlo, y que quizas yo estaba probando sus nervios.

Bueno, como el título lo dice eran dos relatos distintos sin puntos en común.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Tengo nuevo mouse!!!

Tengo un nuevo mouse!!! al fin pude ir a comprarlo y ahora la compu volvió a la normalidad, hasta pude pasar la franza azul de abajo del todo del monitor para abajo porque había quedado en un costado.

Me asustó un poco, o mucho, que cuando me lo mostraron, no me mostraron el mouse sino un catálogo para que viera que tenían, ví que decía que tiene seis botones!! pregunté aparte de complicarme la vida qué otra función cumplen.

Todavía no lo tengo claro, uno sé que es para ir para atrás, es decir para volver a donde se estaba recién sin tener que llevar la flechita para arriba del todo del monitor y cliquear en la flecha verde que hay en una esquina. Otro es para ir para adelante, es decir no tener que ir a cliquear en la otra flechita verde.

El empleado me lo dijo como si tener que ir a cliquear a esas flechitas implicara tener que caminar varias cuadras, si están aquí, al ladito o enfrente mío! no necesito siquiera salir del cuarto para cliquear sobre ellas.

Esos botones están al costado del mouse, arriba tiene otro que todavía no sé para qué es, creo que el empleado tampoco estaba muy seguro. Igual lo compré, otros que tenían supongo que serían más complicados, por lo menos costaban mucho más. Claro que antes me aseguré que esos botones estuvieran en un lugar donde no corra el riesgo de apretarlos si no quiero ya que es muy posible que no quiera.

Llegué a casa pero antes de conectarlo quise enviar un saludo a unos amigos que festejan aniversario de casados, tanta confianza me tengo! Envié el saludo y luego lo conecté, no, primero quise desconectar el viejo pero me equivoqué y desconecté el teclado, después no me daba cuenta donde era que estaba, lo conecté en un enchufe que no sé para qué será pero sin dudas no para teclados.

Luego de encontrar el enchufe del teclado, conecté el nuevo mouse, me preparé para hacer la instalación, o mejor dicho para dar el OK cuando me preguntara si quería instalarlo, pero no me preguntó nada, se ve que la compu ya me conoce, hizo la instalación inmediatamente, sin perder tiempo en preguntas tontas, después de todo es bastante obvio que si enchufo algo a la compu es porque quiero instalarlo y usarlo.

Así que aquí estoy, con mouse nuevo que ilumina que es una cosa bárbara, sí, en serio, tiene eso que no ví en la tienda, arriba se le prende una luz azul y no se apaga con nada! ni siquiera cuando apago la compu, ya me veo durmiendo con los lentes de sol porque quiero oscuridad para dormir.

Llamé a la tienda y me dijeron que debería apagarse cuando apago la compu, o eso pensaba el empleado, no estaba seguro, me dijo que lo desconecte cuando no lo use o por lo menos en las noches. Hubiera sabido que era mouse con lámpara y no lo compraba!

Cuando salí de la tienda faltaba algo más de media hora para que pasara el ómnibus, yo había pensado ir al supermercado a la vuelta, quería comprar las cosas para hacerme la torta de cumpleaños. Decidí usar esa media hora en ir a un supermercado de ese centro.

Fui a uno, después de dar vaaaarias vueltas encontré un paquete con el bizcochuelo pronto, sí, no quería ponerme a hacer todo yo. Quería hacer una torta rellena de crema de vainilla, duraznos en almibar, merengues en pedacitos y crema batida, bien sencillo si compro el bizcochuelo pronto y la crema de vainilla en polvo para batir con leche.

Pero después de haber encontrado el bizcochuelo no encontré los merengues, me cansé de dar vueltas, dejé la caja en su estante y me fui. Pasé por otro supermercado, entré, enseguidita ví los merengues, como si estuvieran ahí esperándome!

Las cajas con bizcochuelos no estaban ahí esperándome, al contrario, se habían escondido! Otra vez a dar vueltas sin encontrarlas pero ví a una empleada y le pregunté, estaban en la otra punta del supermercado. Evidentemente no usan mi lógica para decidir donde poner cada cosa. Llegué a la parada junto con el ómnibus.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Mirando la tele.

La gripe bastante mejor, el mouse no, él sigue igual. Yo ayer en la tardecita hasta llegué a tejer una carrera y media, casi dos, del chal de las arañas, lo que es otra buena señal que voy mejorando, incluso por momentos casi no tuve fiebre.

Estuve pensando que el chal no voy a hacerlo exactamente como dice el patrón. Dice que hay que hacer una hilera de nueve arañas, bueno, no, en realidad no las llama arañas sino motivo o dibujo, y a mí me pareció demasiado.

Claro que es un chal largo, llegaría a las rodillas, o más abajo si quien lo usará, sea yo u otra, no es una supermodelo que mida casi dos metros de altura. Así que mejor lo dejo en una hilera de ocho arañas.

Casi todo el rato en que no estuve tejiendo esa carrera y media, o sea buena parte del día, lo dediqué a mi nueva ocupación, mirar la tele. Aparte de las series de los años 80, estuve mirando un programa actual, lo pasan en directo.

Seguro que lo dan en varios países más, se llama Kändisdjungel, aunque supongo que ustedes lo conozcan por otro nombre. La idea del programa es que llevan a varios conocidos (artistas, cantantes, deportistas, periodistas, etc.) a una selva, ahí cada día para ganar la comida, uno debe hacer algo, todos los días una cosa distinta, a cual más espantosa.

Hay muchos programas así, es decir que envían gente a vivir en una selva, o que hacen que la gente haga cosas espantosas, normalmente es gente desconocida para el público y que están dispuestos a cualquier cosas con tal de hacerse conocida.

En este programa como ya son conocidos no entiendo muy bien para qué están ahí, supongo que o les pagan bien o está bajando su popularidad y necesitan que hablen más de ellos otra vez.

Por lo menos por ser gente conocida no necesitan chocar para que se hable de ellos en los diarios, por tanto el nivel no es tan bajo, ya tienen una imagen que cuidar, sobre todo los periodistas y deportistas y otros con profesiones "serias".

Lo que me chocó del programa fue que es el público quien decide quien deberá hacer la prueba. Las pruebas han consistido en que le pongan como una pescera grandota en la cabeza y la fueron llevandode gusanitos, insectos cada vez más grandes y por último de víboras. Por cada minuto que aguantaban eso les daban una porción de comida y necesitaban once si iban a tener una para cada persona.

A una le enterraron junto con víboras y otros bichos, otra tuvo que comer gusanos y no sé cuantas asquerosidades más. Bueno, ya ven qué tipo de pruebas tienen que hacer. Eso de que sea el público que llame a decir quien debe hacerlo, no sé, me pareció muy fuerte. Cómo pueden insistar a la gente a algo así?

Y me pregunté quien llama?, porqué? cómo puede estar alguien mirando la tele y decidir que quiere hacer que una persona sea sometida a esas aberraciones, qué clase de persona es quien llama?

Ayer mirando ese programa me dí cuenta quien puede hacer algo así: yo! No, no llamé! prometo que no llamé, pero había dos hablando entre ellas y criticando, no crítica constructiva, a otra de las participantes, y justo a Pippi Mediaslargas, es decir a la que hace cuarenta años hizo las películas de Pippi que todavía hoy dan en la tele, toda una institución y la estaban criticando feo. Y encima, como justo Pippi pasó por ahí se dió cuenta que hablaban de ella, después fueron a decirle que cuando estuvieron hablando de ella en realidad estaban hablando de la autora del libro Pippi Mediaslargas, qué falsedad!

Fue ahí que ese pensamiento del que no me creía capaz, surgió en mi cabeza: votaría a esas dos, esas dos se merecen ser elegidas para la prueba de mañana! No voté, no pude decidirme cual de las dos se lo merecía más y además el teléfono estaba en la otra punta del sofá.

Evidentemente no fui la única que fue visitada por ese pensamiento, sin duda no hay que meterse con Pippi!!!, justamente esas dos fueron las dos más votadas y una de ellas hoy tendrá que cantar mientras vayan cayendo sobre ella baldes de un líquido asqueroso, insectos, plumas y no sé cuantas cosas más y todas le quedarán pegadas mientras los insectos caminan sobre ella. Creo que disfrutaré viéndolo.

Que horror!Espero que la fiebre se vaya del todo y pueda abandonar el sofá, o la tele, pero temo que vaya a necesitar algún tipo de desprogramación.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Travesura ejecutada, segunda parte

Y sí, mi vecino encontró las uvas! Ayer fui más tarde al supermercado, a la vuelta estaba mi vecino recién levantado, desayunando en su jardincito. Me vió y ya de lejos me hizo señas que me acercara.

Yo dejé que me contaran como encontró las uvas, donde estaban, como eran, qué pensó que era una broma de algún amigo, como le preguntó a todos sus amigos y ninguno había sido, como pensaba que no entendía que alguien, un desconocido, hubiera hecho algo así, mientras se llevaba el dedo índice a la sien como quien va a ajustar un tornillo, lo dejé seguir especulando en quien podría haber sido y al rato, cuando por cuarta o quinta vez me decía donde habían estado las uvas, saqué un hilito de mi cartera y le pregunté si había sido con hilito así que las habían atado, nuevamente debía haber tenido la cámara pronta para sacarle la foto en ese momento, la cara que puso fue de película! y después no paraba de reírse y decía que si le hubiera dicho que fui yo no me lo hubiera creído, suerte que le había mostrado el hilito sino jamás me hubiera creído, con lo que queda demostrado que él se había hecho una falsa imagen de mí, creo que pensaba que yo era una mujer seria, no entiendo de donde sacó esa idea.

Me quedé un rato charlando y varias veces en medio de la charla, aunque estábamos de hablando de cosas serias, largaba la carcajada y decía que bien que había estado.
Las uvas? ya se las había comido.

Aquí unas fotos.
Siempre se vuelve al lugar del delito:

Mi vecino cuando recién se había enterado que fui yo quien colgó las uvas en la parra de su jardín:


Mi vecino intentando mostrarme la cara que puso cuando vió las uvas:


Y ahora más vale que esté preparada para la venganza.

Daiana me pasó un desafío, muchas gracias, amiga! consiste en decir diez cosas sobre mí, lo puse en mi otro blog.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Haciendo travesuras

Travesura ejecutada!! Desde hace unos días tenía planificada una travesura, sí no solamente manualidades planifico. La idea era la siguiente:
Mi vecino tiene un jardincito con muchas flores y también plantó una parra, o parrita porque es muy chica todavía. Hace unos días ví que estaba creciendo un racimo de uvas verdes y se me prendió la lamparita (de baja energía, siempre pensando en el medio ambiente), colgaría un racimo de uvas de plástico (reciclable por supuesto).

Claro que primero tenía que ir a comprar las uvas de plástico, había visto al lado de la tienda donde compro las lanas, que tenían un cajón con frutas de plástico en oferta. Pensé ir ahí, y si no tenían uvas pues colgaría cualquier otra fruta.

La fiebre que sigue sin irse todavía, no me permitió ir a comprar ni las uvas ni ninguna otra fruta de plástico, pero ayer tuve que ir al supermercado y compré uvas, dos racimos de uvas negras.

Ya había ido preparada con algunos hilitos en la cartera y en el mismo supermercado ya preparé los racimos. Me apuré a llegar a la casa del vecino antes que se levantara y los colgué en la parra, o mejor dicho en el enrejado de madera en el que se enrieda la parra. Saqué una foto para que puedan ver un racimo y el hilito que usé:

Ahora no queda otra que esperar a ver cuando las ve. Lástima no haber podido poner una cámara que lo filme cuando vea las uvas!

Con el apuro por volver antes que se despertara me olvidé que también tenía que pasar por el automático a sacar plata para pagar el curso de yoga que empieza hoy, no sabía si iría o no y por las dudas quería tener la plata.

Me dí cuenta cuando llegué a casa, pensé que mi inconciente era más inteligente que yo, la planificó mejor, de esa manera tenía que salir otra vez, volver a pasar por la casa del vecino y ver si estaba afuera y si me comentaba algo. Pero cuando volví del automático el vecino seguía durmiendo.

Hace unos años un amigo andaba mal, por sus graves problemas al corazón rara vez salía, sus tres hijos crecieron y se mudaron. Él se pasaba contando a todos sus amigos que sentía que había perdido la zanahoria que lo hacía ir siempre hacia adelante, al no sentirse necesitado por los hijos ya nada tenía sentido, estaba muy deprimido. A mí me habló varias veces de la zanahoria perdida. Un día compré un imán de esos de poner en la puerta de la heladera, tenía forma de zanahoria. Cuando fui a visitarlo, aprovechando un momento que fue al baño, puse la zanahoria en la puerta de la heladera entre varias cosas que tenía colgadas ahí. Demoró dos semanas en encontrarla! cuando al fin la vió inmediatamente pensó en mí y me llamó a preguntarme cuando había puesto el imán ahí, le dije que hacía dos semanas, con lo que quedaba comprobado que su problema no era que hubiera la zanahoria sino que la tenía delante suyo pero no veía. Espero que mi vecino no se demore dos semanas en ver las uvas!!

Ese fue un período simbólico que tuve, ya que además del imán en la heladera pensé en regalarle un palito al que iba atado una zanahoria de plástico, para que tuviera a cambio de la que había pedido, pero cuando fui a comprarla no tenían zanahorias y compré una berenjena, la colgué al palito, se la dí y le dije que cuando no se tienen zanahorias hay que buscar otra cosa que las reemplace, en éste caso una berenjena. Después de todo no fue raro que cuando viera el imán inmediatamente pensara que fui yo que lo puse ahí.

domingo, 23 de agosto de 2009

Sobre mentiras

Mentiras, linda manera de complicarnos la vida. Claro que hay mentiras y mentiras y distintos motivos para mentir. Nos inculcan decir siempre la verdad, pobre de quien mintiera cuando niño. Pero como adultos ya es otra cosa.

Tuve un tiempo la idea de no mentir nunca. Ya varias veces me habían dicho que no me convenía mentir porque soy transparente, si digo una mentira se nota de lejos que estoy mintiendo, por lo que ya pueden darse cuenta que alguna vez he mentido, si no lo hubiera hecho nadie se habría dado cuenta que soy mala para mentir.

Además hay que tener mejor memoria de lo que tengo yo. Conclusión: mejor no mentir nunca!

Y después me enfrenté a situaciones en que la verdad podría herir y encima sin aportar nada. Sí, en esos casos es mejor no decir nada pero si una está obligada a decir algo, ahí es donde no queda otra que herir o decir una llamada mentira blanca.

Pero en lo posible es recomendable evitar todo tipo de mentira, también las blancas. Y si no pueden preguntarle a mi mamá.

Les cuento del primer año en que siendo niña tuve la idea de comprar un regalo a mamá, no recuerdo si era día de la madre y su cumpleaños. Sí recuerdo que ese año caí en la trampa que caemos muchas mujeres. Siendo la menor de la familia fuí yo que tuve la idea comprarle un regalo a mamá juntando plata con mis hermanos, la poquita que teníamos porque en ese entonces los niños no acostumbraban andar con plata.

Mis hermanos dijeron que era una buena idea y que siendo yo mujer dejaban en mí la elección y compra del regalo. En otras palabras se lavaron las manos y dejaron la responsabilidad en mí, mujer, y yo caí y acepté.

Por mi escasa edad la compra debía ser en el barrio donde no había muchas tiendas. No tenían muchas cosas entre las que elegir, y lo poco que habíamos logrado juntar limitaba todavía más la elección.

Fuí a la tienda, era la primera vez que iba sola de compras y no tenía idea que comprar. Los niños de hoy parece que nacen sabiendo lo que quieren que se les compre e incluso que querrían comprar para otras personas, ya vienen programados para comprar. En mi generación era distinto, las mamás compraban sin nunca consultarnos, no entendíamos nada o muy poco al respecto.

Con ayuda de la vendedora conseguí decidirme por comprar un adornito de loza, segurísimo que de porcelana no era! Me imagino la emoción de mamá al abrir el primer regalo que le compramos sus hijos solos.

No sé si por esa emoción o por no herirnos, dijo que le gustaba muchísimo, que le encantaban los adornitos de porcelana, o loza. Eso es una mentira blanca, pero como toda mentira termina enredando a quien la dice y puede resultarle cara.

Durante los siguientes años seguí siendo yo, la mujer, quien iba a comprar los regalos para mamá tanto para el día de la madre como para su cumpleaños. Mis hermanos, como hombres, se limitaban a darme plata.

Pero ya tenía yo experiencia y además sabía ahora lo que le gustaba a mamá, los adornos de porcelana! Llegó a tener unos cuantos antes que medio de casualidad yo me enterara que a mamá no le gustaban para nada ese tipo de adornos.

Una vez que había mentido diciendo que le encantaban, ya no pudo decir que no era así, me hubiera dolido doblemente, por no haberle gustado el regalo que le elegí y porque me mintió.

Terminó presa de su mentira y con un montón de adornos que no eran de su gusto. Por lo menos a mí me sirvió para aprender algo sobre las consecuencias del mentir.

Aparte de las mentiras blancas hay mentiras de otros colores. Esas me cuesta más entenderlas, por qué o para qué mentir?

Conozco personas que mienten para hacerse ver, para dárselas de ser más o mejor de lo que son, y bien, podrán hacerle creer a la gente que son así, pero de qué les sirve? si de todas maneras siguen siendo como son y no como le hicieron creer a otros que eran.

Y deberían preguntarse si realmente convencieron a otros de que son como quieren hacerles creer. Rodeados de mentiras como vivimos vamos aprendiendo a reconocerlas. A veces dan ganas de desmascarar, de denunciar la mentira, que los demás también sepan que tal o cual persona miente.

Pero generalmente no lo hacemos y la verdad que, salvo excepciones, ni vale la pena gastar fuerzas en eso. Simplemente escuchamos las mentiras, nos damos cuenta que nos están mintiendo, lo anotamos, archivamos en un rincón de la memoria y no decimos ni una palabra.

Hay quienes mienten y creen en su propia mentira, no sé si porque saben mentir tan bien o porque son muy ingenuos y se creen todo.

Se dice que la mentira tiene patas cortas, no sé si es así, he escuchado (y leído) muchas mentiras pero nunca me dió por buscarle las patas para ver si eran cortas o largas, pero sí he visto que muchas mentiras llegan lejos, así que si tienen patas cortas serán cortas pero muy fuertes y resistentes.

lunes, 10 de agosto de 2009

Puntualidad versus impuntualidad

Estuve contando sobre mis dificultades para aprender la hora, o las medias horas, y algunas fechas en sueco, mi cerebro programado en español se negó a decir la hora al revés, y ni que hablar del famoso sjätte (sexto) que se pronuncia entre shete y jete, mi cerebro que parece que ya no escucha bien, al oir ...ete, dice: ah, siete, sí, bien, ya anoté el siete, y no hay quien lo haga entender que es el seis.

Pero bueno, aparte de que esas confusiones idiomáticas me hicieron llegar algo tarde a algunos lugares, a veces 25 horas más tarde, siempre fui muy puntual.

Cuando adolescente con la clase del liceo hacíamos bailes algunos sábados. Yo siempre iba con una amiga-vecina que no hacía mucho se había mudado para Montevideo. En la ciudad del interior de donde venía, la gente era más puntual.

Ella estaba acostumbrada a que si invitaban a una fiesta a las siete, iba a las siete. En Montevideo era distinto, muy distinto! Como íbamos juntas, íbamos siempre en hora, o a deshora según como se lo mire.

Decían que el baile sería a la siete en la casa de alguien, y a las siete llegábamos nosotras, recién peinadas y maquilladas, y con muchos ánimos de fiesta. Nos abría la puerta la compañera de clase que hacía el baile, todavía ni siquiera había empezado a arreglarse!

Cuando un par de horas después empezaba a llegar el resto de la clase, ya el pelo aburrido colgaba de cualquier manera, el maquillaje se había corrido y los ánimos de fiesta apagado. Con todo no aprendimos la lección y seguimos llegando temprano a todas las fiestas.

Mi mamá era lo contrario, bien montevideana ella. Recuerdo haberla visto arreglarse con mucha calma pero si le pedíamos algo nos decía que estaba apuraba porque tenía que encontrarse con papá en el centro a por ejemplo las cinco de la tarde. Mirábamos el reloj, eran ya las cinco y media o más y todavía le quedaba ir a la parada a esperar al ómnibus que quien sabe cuando pasaría y luego casi una hora de viaje.
Quiero creer que papá ya la conocía y no iría a las cinco a esperarla.

A veces hacía cenas o fiestas en casa. Recuerdo cuando las organizaba, decía: invitamos a las siete para que la gente venga a las nueve, y realmente que la gente empezaba a llegar a eso de las nueve y no antes, se ve que la gente ya conocía a mamá o mamá conocía bien a la gente.

Aquí es lo contrario, son la puntualidad personificada, si invitan a las siete, pues a las siete en punto están tocando timbre.

La impuntualidad es muy mal vista, es más, a las personas impuntuales las llaman ladrones de tiempo. Estoy de acuerdo con esa manera de llamarlos, porque es lo que hacen, le roban el tiempo a las personas que dejan esperando.
Cuando se acuerda encontrarse a determinada hora y uno no llega, se esperan máximo quince minutos, si no aparece la persona, no se la espera más.

Como les decía yo era y soy puntual, pero no era ni es así mi ex. La primera vez que nos invitaron a cenar a casa de una familia sueca estaba mi mamá aquí y fue también invitada. Tanto mi ex como mi mamá, sacaron cuentas de a que hora deberíamos ir, es decir le agregaron un par de horas a la hora que nos habían dicho.

Dos horas y un poquito más como para quedar bien de bien, esa era la idea. Cuando llegamos nos recibieron muy preocupados preguntando que había pasado, se imaginaban algo grave, y por supuesto que ya todo había casi terminado.

Hace unos años estaba en una asociación en la que los miembros eran una mezcla de latinos y suecos. También ahí se organizaban muy lindos bailes, también ahí había un lindo choque cultural y no festejaban juntos los suecos y los latinos.

Generalmente daban como hora de comienzo las ocho y pasaba lo siguiente: a las ocho en punto llegaban los suecos, comían, bebían y se divertían. Cuando empezaban a irse, comenzaban a llegar los latinos. Se encontraban en la puerta, rara vez se encontraban en la pista de baile.

En un tiempo formaba parte de la mesa directiva de la asociación amigos de la biblioteca de mi barrio. Las reuniones las hacíamos en la biblioteca pero una vez no se podía, habría otra cosa en ese local y uno de la asociación ofreció su casa para la reunión.

Una que también iría a la reunión, me dijo de ir juntas, ella vive bien cerquita de casa. Por supuesto que me dijo de salir un buen rato antes de la hora de comienzo de la reunión por las dudas de que nos llevara mucho tiempo caminar hasta esa casa, no estábamos muy seguras de donde era, a qué distancia quedaba.

Salimos temprano, llovía a cántaros, llegamos unos minutos antes de la hora establecida, fui a tocar timbre pero ella me dijo que no, que faltaban todavía unos minutos, tres o cuatro. Ahí quedamos acurrucadas bajo los paraguas esperando que pasaran esos minutos hasta que fuera la hora en punto. Eso es puntualidad, llegar a la hora en punto.

domingo, 9 de agosto de 2009

Con horas y fechas

Aprender la hora en sueco no es tan sencillo, o la hora sí es fácil pero no las medias horas. Ya en español es algo complicado aprender como se dice en cada país. Por ejemplo en Uruguay se dice nueve menos diez y en otros países dicen diez para las nueve.

En sueco es más o menos como en otros países, es decir ponen los minutos que faltan antes de la hora. Y lo contrario, cuando son por ejemplo las nueve y diez, dicen que pasaron diez minutos de las diez.

La clave está en qué se dice primero, como uruguaya estaba acostumbrada a siempre decir primero la hora y después los minutos antes o después de esa hora. También cuando son las y media.

En sueco es al revés, primero dicen las medias y luego la hora que será cuando haya pasado una media hora, ejemplo no dicen nueve y media sino: media hora para las diez. Ahí sí que me complicaron la vida o por lo menos los horarios. A mí y a quienes tengo a mi alrededor.

La primera vez que fui a dejar a mi hijo mayor a que lo cuidara una señora mientras yo iba a estudiar, me preguntó a qué horas iría, le contesté que a las cinco y media. Le pareció muy temprano pero le aclaré que yo empezaba temprano las clases y tenía que tomar un ómnibus, un tren, otro ómnibus y luego caminar varias cuadras.

Resignada aceptó. Al día siguiente cuando apenas toqué timbre en su casa, a las seis y media como yo pensaba que le había dicho, abrió la puerta apurada y preocupada pensando que yo llegaría tarde a clase. Ella ya hacía una hora que me estaba esperando.
Yo había dicho la hora como tenía programado desde que aprendí la hora, cuando se dan las y media se dice la hora que es, no la que va a ser dentro de media hora! Quiero creer que a esta altura me habrá perdonado que la hice madrugar tanto.

Les aseguro que demoré muchísimo en acostumbrarme a pensar al revés, y aún hoy a veces tengo que pensarlo cuando voy a decir la hora o me la preguntan. No es bobada errarle por una hora entera.

Con las fechas también me resultó complicado. No dicen ocho de agosto, sino el octavo día de agosto. Yo no cumplo años un 19 de setiembre sino el décimonoveno día de setiembre.

A eso hay que agregarle que sexto se dice sjätte, suena algo intermedio entre jete y shete, es decir suena parecido a siete. Ya se imaginarán que cuando me hablan de sexto día de algún mes, yo inmeditamente pensaba en el séptimo.
La de horas o turnos que perdí por aparecerme el siete cuando me habían dado hora para el seis.

Hace poco les contaba mis dificultades para aprender algunas fechas de cumpleaños, si de primera me quedó alguna duda, después siempre seguiré dudando. Lo mismo me pasa con el sexto o séptimo y con las medias horas, hasta el día de hoy me quedan dudas cuando me lo dicen. Por las dudas si en el médico me dan hora para un seis pido que me digan si cae en lunes, martes o qué día de semana.

Y ya que hablamos de horarios, en estos días les cuesto sobre la puntualidad.

miércoles, 5 de agosto de 2009

En la biblioteca

La biblioteca de mi barrio cerró algunas semanas por vacaciones. En esas semanas me quedé sin libros y tuve que ir a la biblioteca del barrio de al lado, que es la biblioteca central de la comuna.

Fui muy ilusionada ya que por ser la biblioteca central es mucho más grande que la de mi barrio, por tanto suponía que ahí tendrían muchos más libros en CD.s, pero por el contrario tenían menos. Igual algunos encontré y cuando fui a sacarlos prestados una empleada me dijo que era autoservicio. Ya no los presta una persona sino una computadora, y me mostró como se hacía.

Ayer fui a la biblioteca de mi barrio que al fin abrió, al fin dijo yo, supongo que quienes trabajan ahí no tendrían nada en contra de seguir las vacaciones, pero bueno, ya abrieron y fui muy contenta a donde conozco y donde el servicio es personal y no computaril.

Nueva desilusión: aprovecharon las semanas que cerraron para hacer reformas! también aquí los libros los presta una computadora, y recibe los que se devuelven. Una empleada me mostró como se devuelven.

Luego descubrí que también habían cambiado de lugar los libros en CD, los pasaron para otro cuarto. Están como en los supermercados, cambiando las cosas de lugar apenas me aprendo donde está todo!

Lo extraño es que todavía los tienen en los estantes en orden alfabético, pero me costó encontrar un libro para traerme, creo que porque eran otros estantes y en otra parte de la biblioteca. No quiero que me cambien las cosas de lugar!

Después de mucho buscar me decidí por tres libros. Para sacarlos prestados no pedí ayuda, fui directamente a la computadora. En el monitor dice: Prestar Devolver, hay que apretar sobre el mismo monitor en la alternativa que corresponde.

Luego una nueva pregunta que también se contesta apretando sobre el monitor. Entonces pide que se ponga la tarjeta en una ranura y en el monitor aparece un cartelito que dice que hay que apretar el código personal (sí, también aquí tenemos código personal!) y abajo del cartelito se ve el dibujo de un aparatito con cifras.

Apreté mi código personal sobre las cifras en el monitor pero no pasó nada. Saqué la tarjeta, la puse de nuevo, apreté nuevamente, ahora presionando con más fuerza mi código, y seguía sin pasar nada. Saqué la tarjeta y recomencé todo el proceso. No pasaba nada a pesar de que a esa altura ya apretaba tan fuerte que casi atravesé el monitor con mi dedo.

Fui a pedir ayuda, encontré a una empleada nueva, le expliqué que pasaba, cuando dejó de reirse me dijo que el código se aprieta en el aparatito que hay al lado del monitor, no sobre el monitor! Casualmente es un aparatito igualito al del dibujo en el monitor.

Pude al fin sacar tres libros prestados. Volví a casa con algo de pena, el progreso llegó a mi barrio, a mi oasis destecnificado.

La primer empleada con que hablé me contó que no les han dicho nada de disminuir personal ya que hay muchas otras tareas en la biblioteca, y yo supongo que entre esas tareas esté la de ayudar a usar la compu para sacar libros prestados y devolverlos, estoy segurísima que yo les daré bastante trabajo. Será mi buena obra.

jueves, 23 de julio de 2009

Enviando un sms

Ayer cumplió años mi hijo mayor, como está de viaje por cuestiones de trabajo, le mandé un sms. Ya conté cuando compré el celular que tengo actualmente, sobre las dificultades para enviar sms. Tiene ese sistema que aprieto una letra y sale una palabra, después me lo cambiaron a que puedo escribir letra a letra, pero ayer no sé qué le dió, la primera letra la ponía bien pero no las siguiente, ni escribía una palabra ni escribía la letra que yo quería.

Me acordé que cuando escribo palabras o mejor dicho un montón de letras que no dicen nada, termina apareciendo un signo de interrogación, como que me pregunta si eso es realmente una palabra que quiero poner. Al aparecer ese signo de interrogación también aparece la opción de deletrar, la que más me gusta.

Probé a nuevamente a escribir Feliz cumpleaños pero salieron algunas letras que no decían nada y apareció la opción de deletrear como me esperaba. La elegí inmeditamente y pude escribir lo que quise.

Es lo que hago cuando quiero deletrear un sms, empiezo escribiendo algunas letras cualquieras que no formen una palabra, porque todavía no encontré la manera de elegir el sistema o alternativa que me permita deletrear, sé que por algún lugar del menú está pero no sé donde.

Y bien, luego de escribir el saludo que quería, envié el sms y en el mismo momento que apreté el OK, ví todo el texto, decía: Irrsp feliz cumpleaños! un abrazo

Todavía no me contestó, no sé si porque por razones de trabajo no tuvo tiempo, o será que está intentado decifrar que quise decir con ese irrsp.

Y yo me pregunto si todas las veces que hice así para poder escribir un sms deletreando las palabras, también envió el montón de letras que puse para que apareciera esa opción. Ya me imagino las caras de desconcierto de quienes reciben mis sms.

Cuando lleguen todos los catálogos con cursos para hacer en el otoño, acostumbran llegar varios, me voy a fijar si hay alguno de como usar un celular.

lunes, 20 de julio de 2009

Fechas de cumpleaños

Después de haber tenido algunos cumpleaños en estos días y otros que vendrán en esta semana, no pude evitar ponerme a pensar en los cumpleaños. Y pensar en los cumpleaños y en el olvidarse de ellos es casi un mismo pensamiento.

No es que me olvide de los cumpleaños, no, si yo sé muy bien que todos cumplimos años, lo que me cuesta recordar es cuando.

Las fechas que aprendí cuando niña son las que quedaron más afirmadas en mi memoria, de ahí que muy rara vez me olvide de cuando cumplo años yo, debe haber sido la primera fecha que aprendí. Luego las de mis hermanos, claro también había fiestita esos días.

Quizás por eso mismo demoré un poco más en aprender las fechas de cumpleaños de mis padres, no los festejaban de la misma manera con globos, sorpresas y demás. La fecha del cumple de mamá me fue más fácil aprender, no sé por qué. La de papá, que cumple el 29 de enero, me costó un poco más, durante unos años tuve la duda de si era el 29 de enero o de febrero que cumplía. Cuando aprendí que febrero tiene solamente 28 días, salvo los años bisiestos, se me hizo más fácil recordar que era en enero.

Otras fechas, como el cumpleaños de una de mis primas, me quedó bien grabado, o mejor dicho una duda me quedó muy afianzada en mi memoria, siempre dudé si cumplía un 17 o un 27. Hace unos años, cuando retomé contacto con ella, me dijo que cumple un 7, no sé, mi cabeza insiste en dudar si es el 17 o el 27, por lo que más de una vez me atraso en saludarla.

Con una amiga tenía claro el día, pero dudaba el mes, eran en abril o en mayo?, por las dudas siempre la saludaba en abril, me llevó años aprender que era en mayo, siempre la llamaba un mes antes.

Lo mejor es cuando una fecha me queda grabada de pique, porque donde tenga la menor duda, ya lo que queda grabada no es la fecha sino la duda, así es que tengo muchas fechas de cumpleaños que no estoy segura del día o estoy segura del día pero no del mes.

Cuando niños tenemos pocas fechas para recordar, me refiero a los cumpleaños porque en la escuela estudiando historia nos dan un montón de fechas que aprender. Después, entre todas esas fechas históricas sumado a que en nuestras vidas van entrando más y más personas, la lista de fechas a recordar se va haciendo larguísima.

Llegando a mi edad ya es casi inhumano acordarse de todas. Yo pienso que entre adultos debería alcanzar con acordarse del mes de cumpleaños.

Aunque a veces también los meses me quedan en dudas, quizás fuera mejor recordar la estación del año, o el trimestre. Así alcanzaría con recordar quienes cumplen en el período enero, febrero, marzo, o en abril, junio y julio, etc. etc.

Más fácil aún sería si dividiéramos el año en comienzo, mitad y final, sería suficiente saber que alguien cumple años por ejemplo a mitad de año. Así también las llamadas y saludos de cumpleaños se recibirían repartidos en varios días y semanas, hasta meses. Cuantas tortas de cumpleaños podrían comerse, mmmm, creo que engordé medio kilo de solo pensarlo.

Me dirán que hoy en día la tecnología tiene medios de recordarnos las fechas que querramos que nos recuerde, y sí, me parece genial, pero a no olvidar que no todos nos llevamos muy bien con la tecnología.

Creo que me tiene bronca, no sé que le hice, pero ya me demostró en varias oportunidades que no le caigo muy bien. Estoy segura que por esa bronca que me tiene, o simplemente por divertirse, me recordaría los cumpleaños en fechas erróneas.

Así que yo presciendo de la técnica, continúo anotando las fechas en papelitos que después me olvido de mirar. Miren, pensándolo bien lo mejor es que ya mismo les diga: A todos y todas las que cumplan años este año les deseo que pasen un muy feliz cumpleaños!!!

viernes, 10 de julio de 2009

Sigo con el mundo de Facebook

Hace ya tiempo me decían de entrar a Facebook, no me animaba, leí mucho sobre las cosas que pueden pasar. Al final mi amiga Lidia consiguió convencerme y entré, fue más que nada pensando en ver unas fotos que ponía otra amiga en su sitio de Facebook, luego me borraría.

Pero ahí estoy todavía, descubriendo un mundo nuevo para mí, viejo para otros, siempre tan relativo esto de la edad, de todas las edades.

Me llevó a pensar en el pasado. Siempre pensé que el pasado estaba atrás, o abajo por aquello de a lo pasado, pisado. Cuando me ponía romántica o sentimental pensaba que el pasado lo llevamos dentro nuestro, en el corazón. O que era parte de nosotros porque nos formó. Somos lo que somos y como somos gracias al pasado, o por culpa del pasado según el caso.

Eran mis distintas maneras de ver el pasado, según con el humor que estuviera. Quizás fuera así, pero eso era antes de la era cibernética. Ahora el pasado está en Facebook! sí, ahí se esconde.

Facebook es como el mundo de los sueños. Ya saben como es. Cuando sueño puedo ver a mi vecina junto a una tía mía que vive en Uruguay y a su lado también aparece el cartero (el de este barrio o del barrio anterior o uno de Uruguay). El sueño puede comenzar en Uruguay, abro una puerta y estoy en Suecia.

Así es el mundo de Facebook, ahí conviven vecinos del barrio de mi infancia, compañeras de clase, sobrinas, primo, amigos reales y amigos cibernéticos, amigos actuales y del pasados, amigos de todas partes del mundo, todos en un mismo sitio.

Estas últimas semanas estuve escribiendo de cuando llegué a Suecia, también algunas cosas de mi infancia, y decía que al escribir y recordar me da la sensación que tuve varias vidas, aunque salteándome el paso de la reencarnación. Y tenía cada vida muy ordenadamente guardada y etiqueteada.

En Facebook se me entreveraron todas! tengo un menjunje de vidas vividas, se entrelazaron, se enredaron y ya el pasado no está ni atrás ni abajo, está a mi alrededor, cosa que a veces me hace pensar si estaré caminando para atrás, despistada como soy no sería raro.

Agradezco a Lidia que me convenció de entrar a este mundo de Facebook, a este mundo como el de los sueños, pero donde hay que moverse con los ojos abiertos para que no se convierta en una pesadilla.

martes, 7 de julio de 2009

De ómnibus y reencuentro

Ayer tuve que salir en la mañana, tenía que tomar dos ómnibus, pero no coincidían los horarios, así que el segundo me lo saltié y caminé algunas cuadras. A la vuelta sí tomé dos ómnibus, el primero llegó algo atrasado, y en la parada estuvimos un buen rato porque las puertas no cerraban. El chofer tenía que cerrarlas a mano y a la fuerza, pero cuando iba a arrancar se abría alguna de las puertas otra vez!

Que diferencia con aquellos años cuando llegamos en que los tres locales y ómnibus andaba con mucha exactitud. Ahora vienen cuando quieren, antes o después del horario establecido, y ni que hablar de lo mal que andan, es evidente que ya no los mantienen como antes.

En enero a un tren local se le soltó un vagón, hace unos días terminaron la investigación, llegaron a la conclusión que eso pasó por falta de mantenimiento, los frenos no le funcionaban.

Me siento una vieja diciendo antes era todo mejor, yo sé que todo no era mejor antes, pero algunas cosas han empeorado, de eso no hay dudas.

Ayer en el ómnibus algunos pasajeros ayudaron al chofer y al final pudimos llegar a destino, por suerte en las paradas siguientes nadie quiso bajar ni subir, si no capaz que todavía estaba en ese ómnibus.

Cuando llegamos a destino, junto a la estación del tren local, tuve que ponerme contra una pared para que no me pasaran por arriba, fue una gran estampida de pasajeros. No sé si salieron corriendo así para tratar de alcanzar al tren o huyeron temiendo que al ómnibus hubiera que empujarlo para que arrancara de nuevo, yo por las dudas salí mirando para otro lado.

En la tarde salí otra vez. La biblioteca de mi barrio cerró por vacaciones, fui al barrio de al lado, mi viejo barrio. Me encontré con un viejo amigo, un uruguayo al que conocí cuando llegamos a Suecia. Hacía unos años que no lo veía.

Estuvimos hablando y hablando y hablando, como dos horas o más, es lindo reencontrarse con amigos. Parecería que el pasado anda rondando por aquí, en estos días lo encuentro a cada rato.

Hoy estoy dura y dolorida, no es bueno para mi espalda el charlar tanto. No porque las cuerdas vocales estén en conección directa con el nervio ciático, la nuca y los músculos del hombro derecho, sino porque no es bueno estar tanto rato parada en el mismo lugar. Pero fue lindo haber reencontrado a otro amigo y charlar con él, el dolor ya se irá, y un día sin manualidades no viene mal, hoy no habrá amigurumis ni otro tipo de tejido.

viernes, 3 de julio de 2009

Me pasó en Facebook

Ayer me pasó algo que quiero contarles. En Facebook recibí la invitación a ser amiga de una persona con un nombre que me sonó muy conocido, mi cabeza fue inmediatamente a mis años de estudiante.

Por supuesto que no podía ser, debía ser alguna amiga bloguera con ese nombre. Acepté su invitación y ayer la contestó, era realmente mi compañera de clase en Preparatorios!
Aquella compañera con quien estudiaba, con quien pasaba noches pasando apuntes en limpio, aquella amiga en cuya casa me quedaba a dormir para empezar a estudiar tempranito en la mañana.

Ví su mensaje cuando prendí la compu en la mañana, el café no había surtido efecto todavía y ahí estaba yo leyendo y releyendo su carta sin poder creerlo. No soy muy de llorar pero me caían lágrimas de alegría, y creo que de pena también.

No podía quedarme quieta, saltaba frente a la compu, quería salir al balcón a gritar y contarle a todo el mundo que carta acababa de recibir. No salí, era muy temprano y no creo que a nadie le alegrara mucho despertarse con mis gritos.

Me tuve que aguantar y conformarme con expresar mi alegría con lágrimas y saltitos. Y recordar aquellas interminables noches de estudio cuando pasábamos apuntes escribiendo a máquina. Usábamos solamente dos dedos, luego cuatro, lo que ya nos pareció muy avanzado. Y con qué rapidez además. Me sentía casi una profesional sentada junto a la máquina de escribir. Ella era mejor que yo para eso, pero bueno, la máquina era de ella, eso le daba ventaja!

Y recordé las noches que me quedaba a dormir en su casa. Y una vez que alguien, quizás un familiar de ella, llevó perdices (o eran palomas) y su mamá las cocinó. Fue la primera y única vez que comí perdices, o palomas o lo que fueran aquellos pequeños pájaros tan tiernitos y sabrosos.

Estas son cosas que he recordado antes, varias veces. Están entre los lindos recuerdos, esos que nos gustan revivir contándolos a los hijos, nietos, amigos o simplemente hacia adentro.

Pero una cosa es contar de cuando con una amiga pasábamos apuntes con una máquina de escribir, escribiendo a dos dedos, y otra cosa, muy distinta, muy especial, es poder decir: te acordás cuando pasábamos apuntes...?

Te acordás? pregunta que podemos hacer cuando tenemos un pasado en común, pregunta que nos recuerda que tenemos un pasado, pregunta que generalmente hacemos con una sonrisa en la voz, una sonrisa y una pizca de nostalgia.

Bueno, me fui para atrás, me puse nostalgiosa y estoy segura que si en este momento me miro al espejo no me reconozco, o pensaré que estoy viendo a mi mamá. Mejor ni paso al lado del espejo.

jueves, 2 de julio de 2009

Otra vez de compras

Ayer fui al supermercado esta vez no me pasó nadie por arriba, al contrario estuve un rato haciendo cola y muy entretenida. La señora que estaba delante mío fue la enfermera que trabajaba donde llevaba a mis hijos cuando eran chiquitos, donde les hacen controles y los pesan y miden. Tenía dudas de si era ella y le pregunté, me dijo que sí y que me veía cara conocida.

Estuvimos hablando de cuando trabaja ahí y como era en esa época, y casi llegando a la caja quedamos trancadas un buen rato. Adelante de ella había un mujer que quiso pagar con moneditas.

Iba a pagar más de sesenta coronas con moneditas, para peor no las agarró todas juntas sino que ponía dos o tres, le preguntaba a la cajera si alcanzaba, la cajera le decía que faltaban más de cincuenta, la mujer iba a su cartera, la había dejado al lado de las bolsas, bueno, a dos o tres pasos de donde estaba parada. Abría la cartera, sacaba unas moneditas, volvía con mucha calma al lugar donde se ponen, parece una alcancía al lado de la caja, vuelta a preguntar si alcanzaba, otra vez volver a la cartera, sacar unas moneditas, y así pueden imaginarse el rato que pasó.

Interesante: nadie dió la más mínima muestra de desconformidad o impaciencia, nada de suspiros o gestos ni nada que demostrara molestia, al contrario muchas sonrisas.
Cuando le tocó el turno de pagar a la que estaba adelante mío, también empezó a buscar unas moneditas en su cartera, pero no más de sesenta!

De todos modos se reía diciendo que ahora era su turno de buscar monedas así que tuviéramos paciencia, y me propuso que cantara una canción para hacer tiempo. A la cajera le pareció buena idea.

Evidentemente ninguna de ellas me escuchó cantar alguna vez. Por compasión a quienes esperaban su turno y ya habían tenido que esperar tanto, no canté, no fuera que después tuvieran que ir a hacer cola en la farmacia para comprar calmantes de dolor de cabeza.

Camino a casa me encontré con el hombre que les conté en otra ocasión, el que yo creía conocer de mis años de trabajo en Kodak a pesar de que él nunca trabajó ahí. Ahora siempre que nos vemos charlamos un ratito.

Me contó que lo operaron de urgencia hace un par de semanas. Estaba sentado en un banco descansando. Apareció otro que lo conoce y se quedó a charlar. Este otro hombre también me vió cara conocida, me preguntó de donde podía conocerme, no encontramos nada en común, seguramente me ha visto en el supermercado ya que parece ser el único lugar que los dos frecuentamos.

Luego volvía yo caminando con el recién operado cuando pasó un vecino, me dijo que subiera y viajara con él, el recién operado dijo que era lo mejor ya que sabe que yo soy de caminar muy rápido y él tenía que ir tomando muchas pausas.

Acto seguido cambié de compañía, volví caminando y charlando con mi vecino. Comentamos que parece que viene tormenta eléctrica, le dije que no me gustan, me dan miedo.

Creo que debo haber sido perra en alguna vida anterior porque apenas empiezan a sonar los truenos, me dan ganas de meterme abajo de la cama. Mi vecino me dijo que cuando empiecen las tormentas eléctricas me vaya para su casa.

En realidad fui al supermercado porque se habían acabado las pilas a la cámara, ya que estaba ahí compré un par de cosas más y pensaba pasar por la farmacia, pero con tanta charla me olvidé de ir a la farmacia, y demoré un par de horas en volver a casa.

Hace años se hablaba de hacer las compras en los supermercados a través de internet, cuanto me perdería si hicieran eso! Con lo entretenido que puede ser hacer cola en las cajas.

Otro día les cuento más sobre las caras conocidas, parece que yo tengo una.

viernes, 26 de junio de 2009

Haciendo las compras

Ayer fui al supermercado, había mucha gente y colas en todas las cajas. Yo compré solamente dos cosas pero la caja para pocas cosas estaba cerrada, me paré en una donde había mucha gente, como que la había en todas las cajas.

Atrás mío se paró una señora de edad que venía con uno de esos carritos andadores, en realidad se sentó atrás mío porque apenas llegó a la cola se sentó. Me dió un no sé qué verla haciendo cola y pensé que debería cederle mi lugar.

Antes de decirle nada ya la dulce ancianita se paró y me empujó con su carrito andador (o como sea que se llame eso). Pensé que había sido sin querer y la disculpé aunque no me lo pidió.

Al ratito, casi enseguida, sentí como chocaba con mi canasto. Nuevamente sin que me lo pidiera la disculpé en mi pensamiento. No pasaron muchos segundos y me chocó de nuevo. Menos de un par de minutos después la tenía parada a mi lado.

Así avanzamos un poco más en la cola, la viejita ya no estaba detrás mío sino a mi lado. Luego avanzó la cola un poco más, yo dí un par de pasos adelante, y la viejita dió como tres o cuatro, quedando de esa manera adelante mío!

Con una sonrisa en mis labios y voz muy amable le dije que podía pasar antes que yo. Para que luchar contra los hechos ya consumados? Además yo ya había pensado dejarle mi lugar, quizás me había leído el pensamiento.

Me agradeció, dijo que era yo muy amable pero que cada uno debía esperar su turno y se puso otra vez atrás mío. Para qué entonces casi pasó por arriba mío para ponerse adelante?

Luego fui a recoger el paquete que antes de ayer me habían enviado avisando que estaría esperándome a partir de las cuatro de la tarde (del miercoles). Entregué el papelito y me dijeron que no estaba, no había llegado todavía!

No es la primera vez que me pasa. La otra vez pregunté para qué me mandan un papelito avisando que el paquete ya está ahí, si en realidad no está. Me dijeron que porque aproximadamente podría estar ahí, pero eso no es lo que dice el papel.

Sería mejor que fueran sinceros y me enviaran un papelito que diga: Le informamos que quizás, si tiene suerte, hoy a partir de las cuatro de la tarde estará su paquete en el kiosko-correo. Y si no llega hoy, llegará mañana o pasado u otro día.

domingo, 21 de junio de 2009

Parientes en sueco

Sigo contando sobre Suecia. En Uruguay el viernes fue el día del abuelo. Se lo festeja el 19 de junio, aniversario del natalicio de Artigas. Me parece muy lindo que festejen a los abuelos.

Aquí no se festeja más que el día de la madre y el día del padre. Después de todo mejor porque como aquí se diferencia abuelos paternos de abuelas maternas, igual que tíos paternos y tíos maternos, se los llama de distintas maneras, no alcanzarían los días del año para festejarlos a todos.

En español diferenciamos entre abuela y abuelo, en sueco hay mormor (madre de la madre), morfar (padre de la madre), farmor (madre del padre) y farfar (padre del padre).

De la misma manera que sobrinos y primos, bueno, toda la parentela. Es en realidad una cosa muy práctica. Yo recuerdo cuando chica que llamaba tíos y tías a un montón de gente, y de muchos no tenía idea de qué manera habían llegado a ser mis tíos y tías. Si eran familiares de papá o de mamá.

Aquí en vez de tío se es farbror o morbror, depende si se es hermano del padre (far=padre, bror=hermano) o de la madre (mor=madre, bror sigue siendo hermano, lean el paréntesis anterior!).

Lo mismo con las tías, son faster (hermana del padre, por eso empieza con fa) o moster (hermana de la madre, por eso empieza con mo). Supongo que se llaman así porque acortaron las palabras farsyster y morsyster (a esta altura ya habrán entendido que syster es hermana), y porque las mujeres tenemos una tendencia a complicar las cosas.

También los sobrinos y sobrinas se distinguen: brorson (hijo del hermano) o brorsdotter (hija del hermano), o systerson (hijo del hermano) o systerdotter (hija de la hermana).

Me parece muy práctico, aunque al principio me hacía una mezcla bárbara ya que invierten las palabras, para decir madre del padre (farmor) escriben primero padre (far) y después madre (mor), así que por mucho que en la palabra está indicado el tipo de parentezco, a mí me confundía y pensaba que la madre del padre era el padre de la madre, menos mal que todo quedaba en familia.

Una vez que se tiene claro quien es quien en la familia se hace más fácil repartir los títulos. Aunque algunos títulos faltan aquí. Por ejemplo no tienen un equivalente a tío abuelo, seguramente que porque en vez de una palabra les haría falta dibujar el árbol genealógico de la familia.

No es raro que aquí las relaciones familiares sean distintas, la familia en realidad es más chica, es más que nada los más cercanos, no como hacemos nosotros que aún a familiares lejanos, y no me refiero a quienes viven en otros países, los consideramos tan de la familia como a quienes viven en la misma casa.
Quizás no se trate de que no quieran tener mucha relación con ellos sino que no saben como llamarlos.