Este blog es un derivado de mi primer blog, Mis manualidades, donde pongo fotos de mis manualidades (qué original), recetas y relatos sobre mi vida. Quizás, tal como las personas que comienzan con las operaciones plásticas y luego que empiezan a hacerle arreglitos a la naturaleza, no pueden parar de hacerse mejoras y terminan como caricaturas a sí mismas, me haya vuelto adicta a los blogs y ahora no pueda dejar de abrir uno tras otro ya que en realidad es el cuarto que abro.
Este blog será dedicado solamente a relatar sobre mi vida que es como la de todos, o casi. Mucho de lo que escriba aquí ya lo publique en mi otro blog y ahora lo trasladé.

Tengo el pelo gris pero puse una foto donde estoy con el pelo verde, lo hice así por dos cosas, una porque creo que así quedo cuando tengo que enfrentarme a los aparatejos modernos (léase: todo lo que se ha inventado luego de la rueda), me sacan canas verdes; y otra porque me gusta como queda y si pudiera me lo teñiría así.
Abajo del todo hay una ventanita donde pueden dejarme saludos, también pueden dejarme comentarios o saludos debajo de cada post (cliqueando donde dice Comentarios).

En el costado, más abajo de mi foto, está el archivo ordenado por temas, cliqueando ahí pueden ver los posts que publiqué antes, o pueden cliquear abajo del todo (antes de la ventanita de los mensajes) donde dice Entradas antiguas.


miércoles, 29 de septiembre de 2010

Adiestradora frustrada


Este es último truco que le enseñé a Fransson antes que se enfermara, el pararse en dos patas, aunque en realidad había querido enseñarle a que se acostara pero no quiso.
Ahora que está mejor de su gripe, ya sin fiebre y más animado, quise enseñarle más cosas.

Le gusta jugar con una trenza de cuerdas que tiene, yo tiro de una punta, él tira de la otra. Ahora le estoy enseñando a que suelte cuando le digo y con eso perdió gracia el juego. Leí que cuando se nota que está aflojando las mandíbulas, o sea cuando está por soltar, hay que darle la orden de soltar y luego elogiarlo y darle un premio.

Así lo hice y luego de dos o tres golosinas aprendió o creyó aprender. Me trae la cuerda, la suelta y mira mi mano con la que le doy las golosinas. No solamente que no espera a que le ordene que suelte sino que ya ni siquiera quiere tirar de la cuerda.

Hace poco quise enseñarle a saltar por arriba de un palo que puse sobre dos montoncitos de libros. Lo asustó tanto el palo que no se animaba ni a acercarse.

Yo me paraba del otro lado del palo con golosinas en la mano, él daba una vuelta por el costado del palo para llegar a mí. Ayer busqué una maderita más chica, menos asustante, y se la dejé oler antes de ponerla sobre los libros. Como pasaba sobre la madera sin saltar decidí agregar un libro de cada lado para subirla un poco, entonces empezó a pasarle por debajo.

Insisto en querer aprender a que se eche cuando se lo digo, luego de días y días de enseñanza ahora a veces, muy pocas, lo hace. La mayoría de las veces cuando le digo que se eche o empieza a retroceder o a gemir o simplemente me deja plantada y se va para otro lado.
Confieso que como adiestradora me siento muy frustrada.

1 comentario:

  1. Hola Themis, te devuelvo la visita.
    Que gracioso es Fransson, que lo disfrutes mucho, son tan generosos y cariñosos.
    Te iré visitando.
    He visto que haces yoooga, ya también hace años, de hecho hoy mismo a las 10 de la mañana empiezo el cuarto curso de Coach de Yoga, me cambió la vida a mis años, de ahí empecé a hacer cojines.
    He visitado tus blogs y lo iré haciendo.
    un abrazo desde Barcelona.

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