Este blog es un derivado de mi primer blog, Mis manualidades, donde pongo fotos de mis manualidades (qué original), recetas y relatos sobre mi vida. Quizás, tal como las personas que comienzan con las operaciones plásticas y luego que empiezan a hacerle arreglitos a la naturaleza, no pueden parar de hacerse mejoras y terminan como caricaturas a sí mismas, me haya vuelto adicta a los blogs y ahora no pueda dejar de abrir uno tras otro ya que en realidad es el cuarto que abro.
Este blog será dedicado solamente a relatar sobre mi vida que es como la de todos, o casi. Mucho de lo que escriba aquí ya lo publique en mi otro blog y ahora lo trasladé.

Tengo el pelo gris pero puse una foto donde estoy con el pelo verde, lo hice así por dos cosas, una porque creo que así quedo cuando tengo que enfrentarme a los aparatejos modernos (léase: todo lo que se ha inventado luego de la rueda), me sacan canas verdes; y otra porque me gusta como queda y si pudiera me lo teñiría así.
Abajo del todo hay una ventanita donde pueden dejarme saludos, también pueden dejarme comentarios o saludos debajo de cada post (cliqueando donde dice Comentarios).

En el costado, más abajo de mi foto, está el archivo ordenado por temas, cliqueando ahí pueden ver los posts que publiqué antes, o pueden cliquear abajo del todo (antes de la ventanita de los mensajes) donde dice Entradas antiguas.


domingo, 26 de abril de 2009

Ayudando a campesinos

Hoy dejo los aparatejos de lado, también los sueños que tengo cuando duermo y me voy a pasear por la historia, la mía, aunque quizás para algunas les suene más a la prehistoria. Sinceramente a mí también me parece que fue hace tanto tiempo que debe haber sucedido en una vida anterior.

Les cuento que en el año 72 viajé a Chile. Entre otras cosas estuve un tiempito trabajando en un fundo apropiado por los campesinos. Fue una linda experiencia para mí. Espero que para los campesinos también.

Eramos un grupito de uruguayos, en su gran mayoría estudiantes, que cuando salíamos de Montevideo era hacia un balneario, para la costa. Ya pueden imaginarse cuanto sabíamos de trabajos en el campo. Pero lo que nos faltaba en conocimiento, nos sobraba en ganas de ayudar.

Y así fue que un día un campesino nos llevó al lugar de trabajo. Caminamos y caminamos, creo que nunca habíamos caminado tanto si ver una parada de ómnibus.
Llegamos a un porotal. Nos explicó en pocas palabras nuestro trabajo: limpiar los surcos de yuyos (hierbas). Cada uno elegiría un surco, lo limpiaba de punta a punta y se pasaba para otro surco. Así lo hicimos.

El campesino trabajaba y avanzaba por su surco como si tuviera un motorcito.
Terminaba con un surco, comenzaba otro, terminaba ese y saltaba para otro, nosotros fieles al que habíamos elegido. Cuando llegó la hora de hacer una pausa, no sé cuantos surcos había limpiado el campesino y nosotros estábamos terminando o recién habíamos terminado con uno cada uno.

Eso sí, había que ver que limpitos que los dejábamos nosotros. No tenían nada que envidiarle a ningún cantero de un jardín en Carrasco (zona residencial de lindos jardines en Montevideo).

No dejábamos ni el más minimo pastito ni yuyito. La planta de porotos y la tierra limpita, limpita a su alrededor. El campesino nos explicó que solamente era necesario sacar los yuyos que fueran más altos que la planta de porotos. De los otros se encargaba la planta misma de liquidarlos al sacarles luz.

Terminamos de almorzar, volvimos para los surcos y una de las que estaba ahí, que no fuí yo, aclaro desde ya que no fui yo, por esas raras casualidades que a veces se dan en esta vida, ese día no fui yo (aunque bien podría haberlo sido) quien de vuelta al trabajo, cuando pasamos al lado de un surco que había limpiado el campesino, señaló una planta de porotos y comentó que mal trabajo había hecho el hombre, que había dejado esos yuyos grandes ahí.

En la tarde en vez de limpiar surcos, ella pasó intentando replantar todas las plantas de porotos que había arrancado, y arrancando los yuyos que había dejado en el surco.

4 comentarios:

  1. Oh, no!!!!!!!
    Qué desastre!!!! pobre campesino..se habrá quedado pensando en que para otra vez menor no lo ayuden tanto!!!
    A mi en casa me pasó un día que vino un nene a pedir dinero.....y fiel a mis principios de ayudar pero no malcriar, le dije que si quería trabajo, le daba trabajo y le pagaba por él. Le pedí que limpiara un cantero sacando los yuyos..... y por s upuesto que dejando las plantas ahi plantadas.... y me pasó lo mismo que a vos!!!! el pobre chiquilín, a pesar de yo le había explicado y mostrado bien claramente c uales eran las plantas( yuyos) que tenía que arrancar.... hizo lo contrario. De todos modos le pagué y le dí las gracias..... por lo menos él quedó convencido de que para tener dinero , hay que ganarlo.... aunque en ese caso mas bien yo le hubiera tenido que cobrar por las plantas que arruinó!!!
    Estas cosas pasan..... y uno aprende.
    Lindo haberlo vivido.... para poderlo contar!
    te felicito por estas historias tan lindas que publicás aqui, da gusto leerte!!!
    saludos!
    Matilde

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  2. Este blog para mí tiene condiciones muy especiales, la narrativa es muy amplia en términos, ademas tiene un humor ACTUALIZADO porque lleva consigo la confusión que nos trae tanta tecnología. Saco tiempo en horas de la mañana para visitarte y recrearme con tu fabulosa forma de contar. Eres un cielo Themis.

    Un fuerte abrazo

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  3. Se trataba de limpiar no?
    Yo creí tener una vez una bonita fotografía sobre unas piedras, y mis amigas del pueblo me indicaron que eran remolachas! Somos urbanos ja, ja

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  4. Clap, clap, clap!!! (Aplausos!) Me encanta este blog, tus historias y el sentido delhumor que tenés!
    Por dónde andás, si se peude saber?????
    Un abrazote,

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