Este blog es un derivado de mi primer blog, Mis manualidades, donde pongo fotos de mis manualidades (qué original), recetas y relatos sobre mi vida. Quizás, tal como las personas que comienzan con las operaciones plásticas y luego que empiezan a hacerle arreglitos a la naturaleza, no pueden parar de hacerse mejoras y terminan como caricaturas a sí mismas, me haya vuelto adicta a los blogs y ahora no pueda dejar de abrir uno tras otro ya que en realidad es el cuarto que abro.
Este blog será dedicado solamente a relatar sobre mi vida que es como la de todos, o casi. Mucho de lo que escriba aquí ya lo publique en mi otro blog y ahora lo trasladé.

Tengo el pelo gris pero puse una foto donde estoy con el pelo verde, lo hice así por dos cosas, una porque creo que así quedo cuando tengo que enfrentarme a los aparatejos modernos (léase: todo lo que se ha inventado luego de la rueda), me sacan canas verdes; y otra porque me gusta como queda y si pudiera me lo teñiría así.
Abajo del todo hay una ventanita donde pueden dejarme saludos, también pueden dejarme comentarios o saludos debajo de cada post (cliqueando donde dice Comentarios).

En el costado, más abajo de mi foto, está el archivo ordenado por temas, cliqueando ahí pueden ver los posts que publiqué antes, o pueden cliquear abajo del todo (antes de la ventanita de los mensajes) donde dice Entradas antiguas.


lunes, 16 de noviembre de 2009

Meditando

Hace unos días recordé un ejercicio de meditación o relajamiento que me enseñaron hace unos años, nunca lo había hecho pero ahora buscando qué hacer para no aburrirme, decidí probarlo. También recordé un CD con música relajante que compré hace mucho.

Puse el CD. me senté cómoda en el sofá, cerré los ojos y me transporté a una playa o playita porque era bien chiquita. A un costado cesped y un árbol, en el centro arena finitita, en el otro costado piedras y rocas. Me senté en la arena a contemplar el atardecer.

La arena estaba fría. Decidí pensarme en una casita, la hice con una terraza que daba a la arena de la playa, a pocos metros del agua. En la terraza un sillón muy cómodo donde pude sentarme envuelta en una manta a contemplar el apacible atardecer.

El mar, como acostumbra estar a esas horas, parecía un espejo. Unas olitas enjugaban la arena y se retiraban, más que de ver olas me daba la sensación que el mar se hamacaba. Miraba correr el agua susurrante entre las piedras, era todo lo que se escuchaba.

En el cielo apareció un pájaro, seguramente una gaviota, volando. Llegó a la orilla, caminaba calma, cada pocos pasos bajaba la cabeza y picoteaba, no sé si algo que ya estaba ahí de antes o algo que traía el agua.

Al ratito apareció otra gaviota, también caminaba buscando comida, se fueron acercando una a la otra, de pronto las dos picotearon en lo mismo, comenzaron a tironear, agitaban fenéticas las alas, ninguna soltaba su presa.

Un niño pequeño con un baldecito y una palita en la mano se les acercó, quería pegarles en la cabeza con la pala. Las gaviotas huyeron volando y haciendo bochinche muy enojadas. En el aire continuaron la pelea.

Un perro llegó corriendo y saltando hasta donde estaba el niño. El pequeño quiso pegarle al perro con su pala, el perro lo empujó y el niño cayó sentado en el agua. Comenzó a llorar.

La mamá fue apurada a levantarlo. Detrás de la mamá apareció otro niño, y otro y otro, tres niños siguieron a la mamá. Correteaban empujándose uno a otro, llegaron al agua, pateaban salpicándose mutuamente, reían y gritaban al ser mojados con el agua que sin dudas estaba muy fría.

La mamá llamó a su marido que apareció evidentemente molesto por ser interrumpido o por lo que fuera, claro está que estaba molesto por algo. Comenzó una discusión, la mamá le reclamaba ayuda, que si no atendía a los niños que por lo menos cuidara al perro.

En eso se metieron los abuelos (de los niños supongo que serían), a ver qué pasaba. La pareja joven les dijo que nada, que fueran a sentarse tranquilos, pero los abuelos insistían en que habían escuchado gritos y querían saber que pasaba.

No pude escuchar como siguió la discusión porque un grupo de jóvenes llegó a la playa y venían con música a todo volúmen! El perro les ladraba, la mamá llamaba a los gritos a todos los niños, el padre llamaba, gritando más fuerte, al perro que seguía ladrando, los niños continuaban riendo, salpicándose y gritando, dos comenzaron a pelearse, ya sabemos que esos juegos acostumbran terminar en peleas. Otra familia, dispuesta a jugar con una pelota, llegó hasta la playa.

HELADOS!!! HELADEROOOOOO!!! se escuchó una voz de hombre que se acercaba tras el árbol. A LOS CHURROS!!! CHURROS CALENTITOOOOOS! respondía otro hombre que venía hacia la playa balanceando sobre las rocas.

Un gato que parece que venía con la casa, saltó de la baranda de la terraza hacia la playa, fue para donde ahora estaban las gaviotas peleándose, al verlo lo atacaron, el gato maulló pero no se retiró.

Mis ojos ardían, de qué? ah, claro, un hombre estaba prendiendo un grill y el viento traía el humo hacia la terraza. Ya es demasiado!! decido irme para adentro. Cierro los ojos bien fuerte y trato de imaginarme el interior de la cabaña.

Es muy acogedor, hay una estufa a leña prendida, al lado un sillón muy cómodo, como el que había en la terraza, y otra manta bien calentita. Me siento junto a la estufa, me envuelvo en la manta mirando hinoptizada las llamas, veo que chispean pero no escucho más que el bochinche de afuera.

Se acaba el CD con música relajante, abro los ojos, no siento serenidad ni harmonía, por el contrario siento mucha irritación, vendría fallado el CD?

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