Este blog es un derivado de mi primer blog, Mis manualidades, donde pongo fotos de mis manualidades (qué original), recetas y relatos sobre mi vida. Quizás, tal como las personas que comienzan con las operaciones plásticas y luego que empiezan a hacerle arreglitos a la naturaleza, no pueden parar de hacerse mejoras y terminan como caricaturas a sí mismas, me haya vuelto adicta a los blogs y ahora no pueda dejar de abrir uno tras otro ya que en realidad es el cuarto que abro.
Este blog será dedicado solamente a relatar sobre mi vida que es como la de todos, o casi. Mucho de lo que escriba aquí ya lo publique en mi otro blog y ahora lo trasladé.

Tengo el pelo gris pero puse una foto donde estoy con el pelo verde, lo hice así por dos cosas, una porque creo que así quedo cuando tengo que enfrentarme a los aparatejos modernos (léase: todo lo que se ha inventado luego de la rueda), me sacan canas verdes; y otra porque me gusta como queda y si pudiera me lo teñiría así.
Abajo del todo hay una ventanita donde pueden dejarme saludos, también pueden dejarme comentarios o saludos debajo de cada post (cliqueando donde dice Comentarios).

En el costado, más abajo de mi foto, está el archivo ordenado por temas, cliqueando ahí pueden ver los posts que publiqué antes, o pueden cliquear abajo del todo (antes de la ventanita de los mensajes) donde dice Entradas antiguas.


lunes, 11 de mayo de 2009

Las hornallas de mi cocina

Como decía hace un par de días con el tiempo terminé aprendiendo a cocinar, o mejoraron la calidad de carne y de las ollas aquí en Suecia. Aprendí a usar las distintas temperaturas de la cocina, aunque la verdad no uso las seis:

Las que más uso son la seis, el máximo, cuando pongo algo a hervir, y luego que hierve lo bajo a dos, a veces puedo poner algo en cuatro, pero las temperaturas de los números impares muy rara vez las uso, y sinceramente no tengo idea de por qué.

No tengo una buena explicación científica o técnica de por qué uso esas temperaturas y no las otras. Quizás los números pares me despierten más confianzas que los impares. Pero como los números impares nunca me hicieron nada malo, como tampoco los números pares me hicieron algo bueno, no sé a qué viene esa preferencia.
Lo importante es que después que empecé a usar esas temperaturas las ollas dejaron de quemarse.

A cambio lo que se quema son los cubrehornallas. Luego de haber tenido durante muchos años cocinas en que las perillas para prender las hornallas y el horno siempre estaban en el mismo lugar en todas las cocinas, el año pasado me cambiaron de cocina y pusieron una que tiene las perillas cambiadas.

Claro que al lado de cada perilla hay un dibujito que marca cual hornalla prende, pero esos dibujitos los miraba cuando recién empecé a cocinar, ahora ya mis manos van solitas para las perillas apenas pienso cual hornalla voy a prender.

Bien dicen que somos animales de costumbres, y mis manos más todavía, es casi imposible sacarle las costumbres que tienen, así es que si pienso en prender una hornalla van derechito a donde estaba la perilla para prender esa hornalla en la cocina que tenía antes, y que no es en donde está en la cocina actual y así quedan mis cubrehornallas:

El que está negro no lo uso pero lo guardé pensando usarlo para algo, quizás hacer un apoyaollas o pintarlo, llenarlo de arena o piedritas y tenerlo como plato donde poner velitas, no sé, algún uso tendrá.

El otro no llegó a quemarse tanto, por suerte estaba al lado de la cocina y llegué a darme cuenta del error antes que se pusiera todo negro. No encontré otros que me gustaran y todavía lo uso aunque esté quemado por algunas partes.

Como si fuera poco, para confundirme más, porque estoy segura que es el único motivo de su existencia, para prender una de las hornallas hay que dar vuelta la perilla para el otro lado, cosa que rara vez me acuerdo porque justo esa hornalla la uso muy poco, por tanto en vez de prender poniendo la temperatura máxima, prendo en la mínima, así lleva de tiempo que algo se caliente sobre esa hornalla.

Es una hornalla realmente fuera de serie, quizás fuera eso lo que quisieron remaracar al poner la perilla que se prende al revés, pues sí, esa hornalla tiene 12 (doce) temperaturas distintas!!! Como se podrán imaginar, si no uso seis, menos voy a usar doce.

Me hace pensar en las bicicletas que tienen cerca de 30 cambios y nunca entendí para qué. Quizás un ciclista profesional los use pero dudo de que todos los que se jactan de la cantidad de cambios que tienen sus bicicletas, los usen. Y si los usan le erran al cambio que deberían poner en cada situación! Me hace gracia verlos pasar pedaleando a toda la velocidad mientras la bicicleta avanza leeeentamente.

Así me siento yo cada vez que uso la hornalla de doce temperaturas, como no sé cual poner me paso cambiándola de temperatura a cada momento. Cosa que no necesitaría hacer porque leí que otra fineza de esa hornalla, es increíble todas las finezas que puede llegar a tener un hornalla, le falta revolver y condimentar la comida nada más, bueno, como decía, una fineza que tiene es que se regula sola, es decir si la dejo mucho rato en la temperatura máxima, para que no queme la comida, solita se baja un poco y después mantiene una temperatura constante.

Y digo yo, si se regula solita, para qué tiene todas esas doce cifras en la perilla? debería alcanzar con dos, una para prenderla, otra para apagarla.
En estos días les contaré de cuando me trajeron esta cocina.

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