Este blog es un derivado de mi primer blog, Mis manualidades, donde pongo fotos de mis manualidades (qué original), recetas y relatos sobre mi vida. Quizás, tal como las personas que comienzan con las operaciones plásticas y luego que empiezan a hacerle arreglitos a la naturaleza, no pueden parar de hacerse mejoras y terminan como caricaturas a sí mismas, me haya vuelto adicta a los blogs y ahora no pueda dejar de abrir uno tras otro ya que en realidad es el cuarto que abro.
Este blog será dedicado solamente a relatar sobre mi vida que es como la de todos, o casi. Mucho de lo que escriba aquí ya lo publique en mi otro blog y ahora lo trasladé.

Tengo el pelo gris pero puse una foto donde estoy con el pelo verde, lo hice así por dos cosas, una porque creo que así quedo cuando tengo que enfrentarme a los aparatejos modernos (léase: todo lo que se ha inventado luego de la rueda), me sacan canas verdes; y otra porque me gusta como queda y si pudiera me lo teñiría así.
Abajo del todo hay una ventanita donde pueden dejarme saludos, también pueden dejarme comentarios o saludos debajo de cada post (cliqueando donde dice Comentarios).

En el costado, más abajo de mi foto, está el archivo ordenado por temas, cliqueando ahí pueden ver los posts que publiqué antes, o pueden cliquear abajo del todo (antes de la ventanita de los mensajes) donde dice Entradas antiguas.


lunes, 4 de mayo de 2009

Aprendiendo a cocinar.

Hoy traje un post viejo de mi otro blog, donde cuento de mis primeros tiempo en Suecia y en particular en la cocina:

"Confieso que aprendí a cocinar bastante tarde. En Uruguay entraba a la cocina a servirme un café y no mucho más. Así fue que llegué a Suecia casi sin conocimientos culinarios. A veces pienso que quisiera poder leer las cartas que yo escribía en aquellos años descubriendo Suecia. Y descubriendo la cocina, territorio hasta entonces desconocido para mí.

Me acuerdo que para cocinar, sin recetas, lo que hacía era recordar una comida, por ejemplo el puchero, intentaba acordarme qué ingredientes tenía y ponía agua en una olla, recordaba los circulitos de grasa que flotaban en las sopas y entonces agregaba un poco de aceite, ni se me ocurrió pensar que esa grasa podía salir de la carne.

Luego agregaba la carne, las papas, las zanahorías, no había acelgas aquí así que ponía espinaca que también es verde, y así seguía sustituyendo verduras que aquí no había por otras que fueran más o menos del mismo color. Después ponía la olla con todos los ingredientes al fuego.

Como se podrán imaginar las papas quedaban deshechas y para que no quedaran hechas puré sacaba la olla del fuego cuando la carne todavía estaba imposible de masticar.
Y escribía a casa contando como extrañaba las carnes uruguayas, tan ricas y de tan excelente calidad, aquí la carne es incomible, decía, tipo suela de zapato!

Tampoco entendía por qué las cocinas tienen tantas alternativas de temperaturas, se las puede prender y ponerlas del uno al seis. Para qué, si poniéndolas en seis va más rápido, a quién se le iba ocurrir utilizar otra temperatura que demoraría tanto en cocinar.
Y en mis cartas escribía sobre la pésima calidad de las ollas suecas que me quemaban todas las comidas!

Pero fue como todo, a fuerza de cometer desastres y escuchando a mis compañeras de trabajo comentar sobre comidas que hicieron o iban a hacer fui aprendiendo. También la que cuidaba a mis hijos me contaba de las comidas que a ellos más le gustaban y me enseñó a prepararlas.

Así fue que primero aprendí a cocinar comidas suecas y hace pocos años aprendí a cocinar comidas uruguayas o italianas, y ahora las pastas en mi casa rara vez son compradas hechas, prefiero las caseras.
También aprendí a usar las distintas temperaturas de la cocina y la máxima rara vez la uso."

En estos días les cuento más de mis experiencias en la cocina, porque como era de esperar, cuando aprendí a usar las cocinas, les hicieron cambios.

3 comentarios:

  1. dale conta mas de las costumbres!!a mi me encanta la cultura de otros paises, tengo una amiga japonesa que la vuelvo loca que me cuente y ademas con el origami, jajaja.Que raro tantas temperaturas en las cocinas no? esta bueno !!

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  2. Themis.. creo que todas hemos comido y hemos hecho que nuestros maridos comieran verdaderos desastres hasta encontrar la vuelta!!
    La cocina es un sitio de experimentación para mí: prueba y error, hasta encontrar el punto justo!
    Un beso♥

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  3. Quiero una cocina sueca!!! jajajaja, acá solo tengo dos temperaturas para elegir, y la más baja a veces igual es muy fuerte para cocinar algunas cosas.
    Tus cuentos me hacen acordar a mi hermana menor, la primera vez que hizo polenta y puré de papas........... ay!!!!!!!!!! :)

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