Este blog es un derivado de mi primer blog, Mis manualidades, donde pongo fotos de mis manualidades (qué original), recetas y relatos sobre mi vida. Quizás, tal como las personas que comienzan con las operaciones plásticas y luego que empiezan a hacerle arreglitos a la naturaleza, no pueden parar de hacerse mejoras y terminan como caricaturas a sí mismas, me haya vuelto adicta a los blogs y ahora no pueda dejar de abrir uno tras otro ya que en realidad es el cuarto que abro.
Este blog será dedicado solamente a relatar sobre mi vida que es como la de todos, o casi. Mucho de lo que escriba aquí ya lo publique en mi otro blog y ahora lo trasladé.

Tengo el pelo gris pero puse una foto donde estoy con el pelo verde, lo hice así por dos cosas, una porque creo que así quedo cuando tengo que enfrentarme a los aparatejos modernos (léase: todo lo que se ha inventado luego de la rueda), me sacan canas verdes; y otra porque me gusta como queda y si pudiera me lo teñiría así.
Abajo del todo hay una ventanita donde pueden dejarme saludos, también pueden dejarme comentarios o saludos debajo de cada post (cliqueando donde dice Comentarios).

En el costado, más abajo de mi foto, está el archivo ordenado por temas, cliqueando ahí pueden ver los posts que publiqué antes, o pueden cliquear abajo del todo (antes de la ventanita de los mensajes) donde dice Entradas antiguas.


jueves, 14 de mayo de 2009

Haciendo negocios

Ayer vendí una pulsera y un par de caravanas (aros) y descubrí, o mejor dicho confirmé porque en realidad ya lo sospechaba, que no soy buena negociante. Podría hasta decir que más que vender mis trabajos, solamente cobré por los materiales usados.

No es fácil vender, hay que quienes quieren vender y no pueden, otros venden hasta lo que no tienen. Hay que tener cuidado con esa gente, si se los deja hablar no solamente nos venden lo que no tienen sino también lo que no necesitamos, y nos cobran un dineral haciéndonos creer que es baratísimo, casi regalado.

Yo, como les decía no soy buena para hacer negocios, pero lo fui cuando niña. Les cuento, teníamos un pato al que llamamos Graznápido. A Graznápido le gustaba mucho comer caracoles.

El primer tiempo le juntaba caracoles en el jardín de casa y se los daba, él los comía con mucho gusto. Pero así se acabaron los caracoles en nuestro jardín y Graznápido quería seguir comiendo.

Muy emprendedora agarré un balde y me fui a la casa del vecino, toqué timbre y cuando abrieron me ofrecí para sacar caracoles de su jardín, cobraba por unidad, no recuerdo cuantos centésimos por caracol.

Pocas personas pudieron resistirse a mi dulzura de niñita inocente y trabajadora y todos los vecinos, unos tras otros, aceptaron mi oferta. Así fue que cuando Graznápido necesitaba comer, salía yo, balde en mano, recorriendo jardines, juntaba caracoles, luegos los mostraba, contábamos cuantos eran, cobraba prometiendo que no los tiraría cerca así no volvían para ese jardín, y volvía a casa a darle de comer al pato.

A eso llamo yo un buen negocio, cobraba por que me dieran comida para Graznápido! Debería buscar dentro de mí aquella niña negociante a ver si me ayuda a vender, porque como soy hoy, en vez de vender soy capaz de pagar para que se lleven mis manualidades. Me da un no sé qué cobrar por lo que hago.

1 comentario:

  1. me pasa lo mismo pero he descubierto estos dias que si puedo vender, estoy haciendo muñecos de fieltro... la cosa empezo como tonteria con mi hija adolescente, una forma mas de compartir un ratito con mi peque, que con 17 años, ya deja de ser peque pero bueno.
    la cosa es que los lleve al trabajo, regale tres o cuatro y hoy me han encargado siete.. a dos euros cada uno.. tampoco es que sea mu buen negocio pero es la primera vez que vendo algo... claro que una compañera esta haciendo de "rot manager" o como se escriba.
    besos

    ResponderEliminar