Este blog es un derivado de mi primer blog, Mis manualidades, donde pongo fotos de mis manualidades (qué original), recetas y relatos sobre mi vida. Quizás, tal como las personas que comienzan con las operaciones plásticas y luego que empiezan a hacerle arreglitos a la naturaleza, no pueden parar de hacerse mejoras y terminan como caricaturas a sí mismas, me haya vuelto adicta a los blogs y ahora no pueda dejar de abrir uno tras otro ya que en realidad es el cuarto que abro.
Este blog será dedicado solamente a relatar sobre mi vida que es como la de todos, o casi. Mucho de lo que escriba aquí ya lo publique en mi otro blog y ahora lo trasladé.

Tengo el pelo gris pero puse una foto donde estoy con el pelo verde, lo hice así por dos cosas, una porque creo que así quedo cuando tengo que enfrentarme a los aparatejos modernos (léase: todo lo que se ha inventado luego de la rueda), me sacan canas verdes; y otra porque me gusta como queda y si pudiera me lo teñiría así.
Abajo del todo hay una ventanita donde pueden dejarme saludos, también pueden dejarme comentarios o saludos debajo de cada post (cliqueando donde dice Comentarios).

En el costado, más abajo de mi foto, está el archivo ordenado por temas, cliqueando ahí pueden ver los posts que publiqué antes, o pueden cliquear abajo del todo (antes de la ventanita de los mensajes) donde dice Entradas antiguas.


sábado, 9 de mayo de 2009

Ida a la farmacia

Sigo reciclando post viejos, éste lo escribí el año pasado:

Ayer fui a la farmacia, y me siento como viejita retrógrada pensando "antes era mejor"! Les aseguro que sé que no todo antes era mejor y que además es mejor vivir mirando para adelante y no para atrás, si no por otra cosa por lo menos para evitarse andar chocando con las columnas que se nos puedan cruzar en el camino.

Sin dudas muchos cambios han sido para mejor, aunque no todos. Pero voy a comenzar por el principio que acostumbra ser lo mejor para contar algo. Hace varios años atrás cuando era necesario renovar una receta se llamaba a la clínica y contestaban enseguida o daba ocupado y había que llamar más tarde.

Sí, sí, eso también tenía su contra, los dedos podían gastarse de tanto discar, en aquellos tiempos había que discar y no apretar botones en los teléfonos (pah! si seré vieja!). Cuando contestaban, decía que receta necesitaba renovar y según a la hora en que había llamado, podía ir ese mismo día o a más tardar al día siguiente a recoger en la farmacia el medicamento que el doctor indicaba en la receta que había enviado por fax o por llamada telefónica.

Hoy en día hay más aparatos para facilitar la comunicación y el trámite es algo distinto. Llamó a la clínica y me contesta un automático que me da varias alternativas, eligo "recetas" apretando el número que corresponde, luego me preguntan mi número personal y número de teléfono, también se gasta el dedo meta apretar botones. Terminan diciéndome a qué horas van a llamarme, que puede ser dos minutos o seis horas después.

La mayoría de las veces apenas cuelgo ya me están llamando, y digo yo, si estaban ahí, por qué no contestaron cuando llamé? Pero bueno, volviendo al grano, o a la receta, me hacen algunas preguntas, entre ellas qué medicamento necesito, lógico!, y me dicen que el médico enviará un mail a la farmacia y que yo puedo ir a retirar el medicamento tres o cuatro días después o a la semana siguiente.

Pasados esos días voy a la farmacia donde generalmente todavía no recibieron la receta, o la recibieron pero no del medicamento que necesitaba.

Dando un ejemplo: ésto me pasó vez que necesitaba una receta de Lomudal mixtur. Llamé, pedí Lomudal mixtur, dijeron que demoraba unos días, cuando correspondía fui a la farmacia, hice cola y cuando pregunté por la receta, no había llegado. Fui a la clínica, hice cola, expliqué qué la receta no estaba y la necesitaba ya. Me dijeron que esperara mientras una enfermera iba a hablar con un médico.

Esperé y esperé hasta que un médico quedó libre y pudo escribir la receta. Fui a la farmacia, hice cola, entregué la receta y me trajeron gotas para los ojos Lomudal. Vuelta a la clínica, nuevamente hacer cola. Expliqué que no quería gotas para los ojos sino un mixtur (o tipo jarabe), y le mostré un frasquito con una dosis de Lomudal mixtur que llevaba en la cartera.

La enfermera se llevó el frasquito para mostrárselo al médico. Otra vez yo a esperar. Al rato me trajo la receta, la agarré y casi saliendo de la clínica la leí. Era una receta de otro tipo de gotas para los ojos!!! ya ni siquiera era Lomudal!

Volví a hacer cola, cuando llegó mi turno expliqué, deletreando y hablando bien lentamente, que yo no necesitaba gotas para los ojos; volví a mostrar el frasquito de Lomudal mixtur y dije que era eso lo que quería, aunque ya lo habían visto y no había ayudado mucho.

La enfermera se fue otra vez con el frasquito y al ratito vino el médico personalmente con el block de las recetas a escribirla al lado mío. Así pude al fin tener en mis manos la receta del medicamento que necesitaba y pude irme a la farmacia a hacer cola otra vez!

Hace tiempo que aprendí a que tengo que comenzar a renovar las recetas bastante antes de que se me acaben los medicamentos. Ahora desde la semana pasada estaba atrás de la receta de Pulmicort, cuando fui a la farmacia habían recibido una receta de Bricanyl! pero intentando ver lo positivo de las cosas les reconozco que por lo menos tres letras coinciden, aunque no estén en el mismo orden.

3 comentarios:

  1. jajaja! que lucha por favor!!! No deja de ser una forma de expender recetas bastante original, besitos tía Elsa.

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  2. HOLA THEMIS ¡¡¡¡¡¡CREÍA QUE ESO SOLO PASABA EN ARGENTINA, PERO, VEO QUE ESOS EMPLEADOS ESTAN DISPERSOS POR EL MUNDO, ABRAZOS TERE

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  3. Por deformación empecé con la farmacia:¿será que estamos educando a los suecos y se van uruguayizando? Abrazos Néstor

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